Gabriela Zapata, expareja de Evo Morales, se presentó este miércoles ante el Tribunal Cuarto de Sentencia en lo Penal de La Paz, donde enfrenta un juicio por el presunto delito de trata.

En este proceso, Zapata y otras personas están acusadas porque presuntamente intentaron hacer pasar un niño como el hijo del exmandatario Evo Morales.

Sin embargo, la audiencia se postergó debido a la ausencia de la fiscal del caso y de Morales, según los abogados parte del caso.

El abogado de Zapata, Kalef Clemor, aseguró que su defendida tiene la intención de llevar el juicio de la manera más pronta para demostrar su inocencia.

Denunció que se pretenda dilatar la realización de la audiencia hasta el próximo año, pero se logró postergarla solo hasta el 4 de diciembre.

El abogado Manolo Rojas, que representa a una coacusada, observó el poder económico de Zapata porque llegó con escolta privada y cuatro abogados. Recordó que el jurista Clemor fue hasta hace poco Subprocurador del Estado.

Rojas dijo que para llevar la audiencia debía dar la cara Morales, cuyo apoderado fue notificado para su presentación. Atribuyó a esta inconcurrencia como la causante de la suspensión.

Señaló que en este caso defiende a Pilar G., la supuesta tía de Gabriela Zapata, y sus familiares. Dijo que su cliente es inocente y que solo la imputaron por llevar comida a la celda de la expareja de Evo Morales.

El abogado indicó que, en total, hay nueve acusados en este caso y el Ministerio Público solicita una pena de 25 años de cárcel.

Zapata se hizo conocida en 2016, cuando salió a la luz un certificado de nacimiento de un supuesto hijo que hubiese tenido con Morales; además de la sospecha de que habría incurrido en tráfico de influencias para favorecerse como gerente de la empresa china CAMC.

Fue sentenciada a 10 años de cárcel en 2017, debido a movimientos económicos sin justificativo, haber usado oficinas estatales como suyas y ostentar un título profesional falso. Fue liberada en 2021.