Viernes, 29 Marzo 2024
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Áñez denunció ser una presa política y afirmó que en Bolivia se vive “una época casi medieval y totalitaria”

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Jeanine Áñez reiteró en una carta sus críticas al gobierno de Luis Arce y denunció ser una presa política por su lucha en una época “casi medieval y totalitaria” de Bolivia y de otras naciones de Sudamérica.

“Lo que sucede en Bolivia, es una época casi medieval y totalitaria que se repite en Nicaragua, en Cuba, en Venezuela y otros lugares del mundo, donde hay presos políticos, entre ellos, grandes mujeres defensoras de la libertad y de la democracia, valientes jóvenes también, que están luchando desde sus terribles e injustos encierros por los derechos que pretenden estos regímenes arrebatarles a todos”, manifestó la ex presidenta interina de Bolivia.

Asimismo, Áñez insinuó que la Justicia boliviana está controlada por el Gobierno, liderado por el presidente Luis Arce, y sostuvo que “se ha impuesto cárcel a quien levante cabeza, proteste o exija el cumplimento de la ley como en tiempos de (el dictador Luis) García Meza”.

“A diferencia de los tanques, los grupos paramilitares del Ministerio de Gobierno y la bota militar, utilizan la extorsión, sus grupos de choque suplantando a los verdaderos sectores sociales y la guillotina fiscal y judicial”, fustigó.

Asimismo, la ex presidenta advirtió a “la comunidad internacional, sus instituciones que velan por Justicia, Derechos Humanos y las democracias debilitadas por gobiernos totalitarios” de que será “condenada como otras mujeres del mundo que han dado su vida contra las dictaduras”.

En esta línea, puso de manifiesto que la Justicia boliviana ha rechazado los escritos presentados por su defensa alegando “actividad procesal defectuosa”, a la par que ha denunciado haber sido despojada de su “derecho a un proceso justo” con magistrados “independientes e idóneos”.

Áñez lleva en prisión preventiva desde el 15 de marzo, acusada de sedición, terrorismo y conspiración por su rol en el marco de la crisis postelectoral de 2019. Las autoridades bolivianas investigan el caso, conocido como caso ‘golpe de Estado’.

Semanas atrás la defensa de la ex presidenta de Bolivia presentó un recurso de amparo constitucional con la intención de evitar un “doble juicio” en el caso “golpe de Estado” por los hechos acontecidos en noviembre de 2019.

El abogado de Áñez, Luis Guillén, indicó que el recurso fue presentado y que ahora se mantiene a la espera de que se fije fecha y hora para la celebración de la audiencia.

Anteriormente, la defensa de la ex presidenta ya había rechazado que el proceso se dividiera en dos -’Golpe I’ y ‘Golpe II’-, pues considera que, de esta forma, se investigará por partida doble los mismos hechos sobre la renuncia del entonces presidente de Bolivia, Evo Morales, y el ascenso de Áñez a la presidencia del país.

Guillén apuntó que, aunque ya se impugnó este desdoblamiento, ante la posterior ratificación de la Justicia, se ha decidido recurrir al recurso de amparo. Además, afirmó que se ha decidido tomar esta vía de forma preventiva para que no se prosiga con los procesos penales.

El primer caso investiga los presuntos delitos de terrorismo, sedición y conspiración, mientras que el segundo indaga el incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución boliviana.

En el caso “golpe de Estado” se investiga el origen de la violencia surgida tras las presidenciales de 2019, en las que el ex presidente Morales fue acusado por la oposición de fraude electoral.

Además de Áñez hay otras diez personas, entre ellos antiguos comandantes y miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía de Bolivia, acusados de incumplimiento de deberes y de vulnerar la Constitución. Se trata de un epígrafe del caso “Golpe de Estado I”, que investiga la implicación de estos y otros sospechosos en delitos de sedición, conspiración y terrorismo.

Áñez permanece en prisión preventiva desde el 15 de marzo de 2021, a medida que avanza la investigación en su contra. Desde su entrada en el penal de Miraflores, en La Paz, tanto ella como su familia han denunciado su precario estado de salud, llegando incluso a alertar sobre un supuesto intento de suicidio.

En octubre de 2021, la defensa de Áñez sufrió un nuevo revés cuando la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) rechazó una solicitud de medidas cautelares después de determinar que el Estado boliviano ha velado en todo momento por la salud de la detenida.

El pasado 12 de enero la ex presidenta manifestó su “rechazo” a la visita de una comisión del Parlamento boliviano y pidió que organismos internacionales intercedan para “recuperar” los derechos que considera le fueron violados.

A fines de diciembre, a través de su hija Carolina Ribera, Jeanine Áñez envió una carta a la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en la que se le invita a “visitar y conocer la situación límite de tortura física y psicológica” que estaría sufriendo.

Ese “terrorismo de Estado” que estaría siendo ejercido contra ella, acusa en el texto, “encuentra eco en jueces que responden a las presiones políticas antes que a la aplicación de justicia” y se basa “en la ausencia de hechos, en invenciones para sostener un relato que les sirve para justificar lo injustificable”.

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