Viernes, 19 Abril 2024
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En Bolivia predomina la economía informal: cada persona vive como puede y vende lo que puede

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La realidad  económica de Bolivia es dura y compleja. En un país pobre, dependiente y saqueado, cada día se ve una economía informal donde cada persona vive como  puede  y vende lo que puede. Las calles de las ciudades se ven invadidas por miles comerciantes minoristas y hay muchas mujeres agarradas de  carretillas que se han convertido en “comerciantes ambulantes”. Esta es la triste realidad de Bolivia, donde los  gobernantes casi o nada hacen para que el país se convierta en una region productiva.

En el Estado Plurinacional de Bolivia, la economía informal se desarrolla en un escenario de pobreza a nivel urbano y rural, hay altas tasas de desempleo, subempleo, desigualdad de género y trabajo precario, inseguro y mal pagado.

En Bolivia, el 80% de las personas trabajan en la informalidad. El 87% de estas personas son mujeres y, de este porcentaje, 4 de cada 10 desempeñan sus actividades por cuenta propia, según pudo constatar periodistas de boliviaprensa.com a traves de sondeos de opinion.

La economía informal, que es una actividad económica que cae fuera de la economía regulada y del sistema tributario, como los vendedores ambulantes o los conductores de taxis no registrados, es difícil de medir. Las personas y empresas que participan en la economía informal suelen operar en pequeña escala.

La economía informal en Bolivia representa un conjunto de actividades de producción y comercialización que son subestimadas por las cuentas nacionales debido a que se desarrollan bajo circunstancias no controlables o en algunos casos abiertamente ilegales informalidad es una característica general de países en vías de desarrollo.

Los países con sectores informales de mayor tamaño tienen un ingreso per cápita más bajo, más pobreza, más desigualdad de ingresos, mercados financieros menos desarrollados y niveles de inversión más bajos, y están más lejos de alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible.

Diversos estudios sobre el tema coinciden en citar que las causas de la informalidad son la educación, la edad, el género, el estado civil y el ingreso.

Varios estudios establecen que el 20% de la fuerza laboral boliviana estaba en el sector formal. Actualmente solo el 10 % de la población tiene empleos formales.

Otro factor preocupante es que “el trabajador en general tiene un ingreso más bajo, en promedio los ingresos de los trabajadores y de las familias son 11% más bajos y esto llega inclusive hasta un 18% más bajo en los extremos donde más pobreza vemos”.

Los datos compartidos por Mendieta desde la Cámara de Industria y Comercio, hacen referencia al sector urbano donde hacen periódicamente encuestas sobre empleo. “Como comparación, según datos de diciembre de 2015 había 460 mil personas que estaban en empresas con empleos formales. Dos años después, en 2017 el dato subió a 500 mil empleos formales en empresas. Ahora se está muy debajo de esos 500 mil empleos. Eso quiere decir que aún no nos recuperamos de la pandemia como se indica en datos oficiales. Además hay que tomar en cuenta que antes de la llegada del Covid 19 ya había caído el nivel de empleo formal en el país”, resalta el experto.

La cantidad de empleos ha aumentado pero porque hay más auto empleo y más empleo en emprendimiento familiares pequeñitos de los cuales solo un tercio es formal.

“Bolivia tiene un alto porcentaje de empleo informal. Casi un 85 % de trabajadores en la informalidad. Las cifras actuales indican un 90 %. Entre los trabajadores formales, el 66% tiene acceso a la caja de salud, mientras que solo el 10% de las personas con trabajos informales tienen un seguro de salud. Esa es la diferencia principal entre formal e informal”.

Otro dato que preocupa es que en el sector informal apenas el 20% ahorra para su jubilación. “Las brechas se ven de muchas otras formas en la sociedad porque tenemos menos de medio millón de trabajadores que tienen empleos formales y pueden dar un buen futuro a sus hijos. Y por otro lado, hay alrededor de 4 millones de trabajadores que no tienen esa esa posibilidad porque viven de la informalidad”, resalta.

En medio de la reciente rebaja en la calificación de Bolivia por parte de la agencia Standard & Poor's (S&P), el investigador especializado en desarrollo productivo, Enrique Velasco Reckling, ha sugerido que la actividad informal e ilegal, alimentada por el narcotráfico, contrabando y lavado de dólares, podría estar brindando un cierto grado de estabilidad económica al país. (FAUSTO COLPARI)

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Implementado por Marcelo Colpari – BOLIVIA PRENSA