Los manifestantes en Santa Cruz de Bolivia, una región agrícola relativamente próspera, atacaron edificios, quemaron autos y bloquearon carreteras como parte de una huelga de 24 horas el viernes después de que arrestaron al gobernador de la región, un líder opositor de derecha.

Al caer la noche, los manifestantes en partes de la capital provincial incendiaron autos y llantas y lanzaron fuegos artificiales a la policía, que usó gases lacrimógenos para tratar de dispersar a la multitud.

Pedro Vaca, Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), dijo en una publicación de Twitter que estaba recibiendo denuncias de «graves ataques» a los medios de comunicación, que atribuyó al despliegue policial.

“Hago un llamado a las autoridades para que den instrucciones generales a sus clientes sobre el deber de garantizar la libertad de prensa, reunión pacífica y asociación”, dijo.

Durante el día, grupos mayoritariamente pacíficos protestaron por toda la ciudad bloqueando carreteras con neumáticos, piedras y banderas en las calles a modo de barricadas.

Las protestas son el último enfrentamiento entre Santa Cruz, encabezada por el gobernador Luis Fernando Camacho, y el gobierno del presidente izquierdista Luis Arce.

Camacho ha sido detenido miércoles Acusado de «terrorismo» por su presunta participación en la agitación política de 2019 que provocó la huida del país del entonces presidente Evo Morales.

Fue liberado de la prisión preventiva el jueves por la noche y fue trasladado a una prisión de máxima seguridad el viernes por la mañana.

Camacho sostuvo su inocencia y calificó su detención y traslado a La Paz, la capital del país, como un secuestro. Los fiscales negaron que el arresto fuera un secuestro o tuviera motivaciones políticas.

El gobernador se convirtió en el rostro del movimiento de oposición de derecha como un líder civil que pidió a Morales que renunciara en 2019. En Twitter el viernes por la mañana, el equipo de comunicaciones de Camacho dijo que las consecuencias de las disputadas elecciones «no fueron un golpe, fueron fraude.»

Camacho también encabezó semanas de protestas que bloquearon el comercio de la región hasta el mes pasado, pidiendo al gobierno que retrase la fecha del censo que probablemente le dará a Santa Cruz más representación política e ingresos fiscales.

El gobierno no dijo cómo respondería a los bloqueos de carreteras del viernes, aunque algunas fuerzas militares se desplegaron alrededor de Santa Cruz el jueves por la noche. En la última ronda de protestas, grupos alineados con el gobierno se enfrentaron violentamente con los partidarios de Camacho.

Mientras tanto, algunas empresas han dicho que pausarán las ventas mientras Camacho permanezca en la cárcel.