Viernes, 17 Octubre 2025
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Bolivia en la recta final electoral: el país entre la desesperanza y el colapso económico

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La Paz, octubre de 2025. — Bolivia llega a la recta final de las elecciones presidenciales sumida en una profunda crisis económica, social y moral.

A pocos días de los comicios, la población observa con desconfianza y decepción a unos candidatos que no ofrecen soluciones reales a los graves problemas del país.

Los discursos vacíos y las promesas repetidas se han vuelto la marca de una clase política desconectada del sufrimiento de la gente.

Los candidatos hablan de préstamos externos, ajustes fiscales y programas asistenciales, pero ninguno plantea una estrategia clara para reactivar la producción, generar empleos o frenar el aumento descontrolado de los precios.

Mientras tanto, la realidad golpea con dureza a las familias bolivianas: hay hambre, pobreza y desesperanza.

En los mercados populares, los precios de los alimentos básicos cambian cada semana, y miles de hogares ya no logran cubrir ni siquiera las necesidades mínimas.

La inflación carcome los salarios, el desempleo se expande y la informalidad se ha vuelto el refugio de quienes quedaron fuera del sistema.

 

El país también sufre una creciente inseguridad ciudadana. Robos, asaltos y hechos de violencia se multiplican ante la pasividad de las autoridades.

Las protestas se han vuelto cotidianas en calles y carreteras, expresión del hartazgo social y de la falta de rumbo del Gobierno.

A la crisis económica se suma la energética. Bolivia, que alguna vez fue potencia en gas natural, hoy enfrenta escasez de combustibles y una caída drástica en la producción.

Ningún candidato ha presentado un plan serio para recuperar el sector ni para evitar que el país se hunda aún más en la dependencia externa.

En este contexto, la campaña electoral se ha convertido en una competencia por el poder, no por el futuro del país.

Los candidatos se acusan mutuamente, pero ninguno asume responsabilidades ni plantea soluciones estructurales.

La política boliviana parece reducida a un espectáculo mediático donde se promete mucho y se cumple poco.

Bolivia enfrenta una de las etapas más oscuras de su historia reciente: sin liderazgo, sin visión y sin confianza en las instituciones. El pueblo va a las urnas entre la resignación y la rabia, consciente de que, gane quien gane, el cambio real aún parece una promesa lejana.

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Implementado por Marcelo Colpari – BOLIVIA PRENSA