La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP) decidió suspender al al Gobierno entrante de Bolivia, que asumirá el próximo 8 de noviembre, por considerar que su conducta es "antibolivariana, antilatinoamericana, proimperialista y colonialista", lo que contraviene los principios fundacionales de la alianza y atenta contra la unidad y la soberanía de los pueblos.
La decisión, en comunicado oficial emitido este viernes, señala que las declaraciones del gobernante electo Rodrigo Paz sobre países miembros como Cuba, Venezuela y Nicaragua son "totalmente inaceptables".
Al "desconocer los principios de respeto, soberanía y cooperación que sustentan la integración de los pueblos de Nuestra América y los valores fundamentales de la Alianza", imprime el documento.
A pesar de la suspensión del gobierno, el ALBA-TCP enfatizó que esta acción "no afecta los vínculos permanentes, afectivos y solidarios que mantenemos con el pueblo boliviano".
En 2006, Bolivia se convirtió en el tercer Estado-miembro en ingresar a la ALBA, fundada en 2004 por los entonces presidentes de Venezuela y Cuba, Hugo Chávez y Fidel Castro, respectivamente.
Recientemente, el centrista Rodrigo Paz Pereira, ganador de la segunda vuelta presidencial en Bolivia, afirmó en una entrevista con EFE en La Paz que su Gobierno establecerá relaciones internacionales con países que “tengan la democracia como principio”.
El político subrayó que no le interesa tener esa relación con aquellos países “que no tienen democracia” e indicó que, aunque respeta “las relaciones que se han generado diplomáticamente en el tiempo”, es “la democracia una relación de fondo”.
Es el caso de Venezuela y el Gobierno de Nicolás Maduro, con el que la Administración del actual presidente de Bolivia, Luis Arce, ha mantenido una relación estrecha como lo hizo en su momento el expresidente y exlíder del oficialismo Evo Morales (2006-2019).
Paz indicó que “hay una representación diplomática” de Venezuela en Bolivia, pero que no comparte “la modalidad democrática que dicen” tener en el país caribeño.
También ratificó su voluntad de “retomar las relaciones con Estados Unidos”, que se mantienen a nivel de encargados de Negocios desde que en 2008 Evo Morales expulsó del país al entonces embajador estadounidense, Philip Goldberg, acusándolo de una supuesta conspiración contra su Gobierno, algo que la Casa Blanca siempre negó.
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP) decidió suspender al al Gobierno entrante de Bolivia, que asumirá el próximo 8 de noviembre, por considerar que su conducta es "antibolivariana, antilatinoamericana, proimperialista y colonialista", lo que contraviene los principios fundacionales de la alianza y atenta contra la unidad y la soberanía de los pueblos.
La decisión, en comunicado oficial emitido este viernes, señala que las declaraciones del gobernante electo Rodrigo Paz sobre países miembros como Cuba, Venezuela y Nicaragua son "totalmente inaceptables".
Al "desconocer los principios de respeto, soberanía y cooperación que sustentan la integración de los pueblos de Nuestra América y los valores fundamentales de la Alianza", imprime el documento.
A pesar de la suspensión del gobierno, el ALBA-TCP enfatizó que esta acción "no afecta los vínculos permanentes, afectivos y solidarios que mantenemos con el pueblo boliviano".
En 2006, Bolivia se convirtió en el tercer Estado-miembro en ingresar a la ALBA, fundada en 2004 por los entonces presidentes de Venezuela y Cuba, Hugo Chávez y Fidel Castro, respectivamente.
Recientemente, el centrista Rodrigo Paz Pereira, ganador de la segunda vuelta presidencial en Bolivia, afirmó en una entrevista con EFE en La Paz que su Gobierno establecerá relaciones internacionales con países que “tengan la democracia como principio”.
El político subrayó que no le interesa tener esa relación con aquellos países “que no tienen democracia” e indicó que, aunque respeta “las relaciones que se han generado diplomáticamente en el tiempo”, es “la democracia una relación de fondo”.
Es el caso de Venezuela y el Gobierno de Nicolás Maduro, con el que la Administración del actual presidente de Bolivia, Luis Arce, ha mantenido una relación estrecha como lo hizo en su momento el expresidente y exlíder del oficialismo Evo Morales (2006-2019).
Paz indicó que “hay una representación diplomática” de Venezuela en Bolivia, pero que no comparte “la modalidad democrática que dicen” tener en el país caribeño.
También ratificó su voluntad de “retomar las relaciones con Estados Unidos”, que se mantienen a nivel de encargados de Negocios desde que en 2008 Evo Morales expulsó del país al entonces embajador estadounidense, Philip Goldberg, acusándolo de una supuesta conspiración contra su Gobierno, algo que la Casa Blanca siempre negó.



