Sábado, 07 Junio 2025
0
Compartidos

Doria Medina, entre alianzas rotas y silencios incómodos: su papel en el gobierno de Áñez bajo la lupa

Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado
 

La Paz – El empresario y político boliviano Samuel Doria Medina vuelve a estar en el foco del debate público por su controvertido papel durante el gobierno transitorio de Jeanine Áñez y su relación política con el exministro de Gobierno, Arturo Murillo, hoy preso en Estados Unidos por corrupción.

Doria Medina, líder de Unidad Nacional (UN), fue una de las figuras clave en la consolidación del gobierno de Áñez tras la crisis política de 2019.

Incluso asumió brevemente el cargo de ministro de Planificación del Desarrollo y posteriormente fue candidato a la vicepresidencia en la fórmula “Juntos”, junto a la entonces presidenta.

Sin embargo, tras la decisión de Áñez de retirarse de la carrera electoral en 2020 para evitar la fragmentación del voto, Doria Medina rompió toda alianza política con ella, marcando un distanciamiento abrupto que muchos califican como traición.

Desde entonces, el líder de UN ha mantenido un bajo perfil, sin pronunciarse ni asumir responsabilidad por las acciones del gobierno transitorio del cual formó parte.

Una sombra adicional sobre su figura ha sido su cercanía política con Arturo Murillo, quien fue uno de los hombres fuertes del gabinete de Áñez.

Murillo, procesado y encarcelado en Estados Unidos por lavado de dinero y sobornos vinculados a la compra irregular de material antidisturbios, fue respaldado en su momento por sectores aliados a Doria Medina. No obstante, el empresario paceño optó por el silencio cuando estalló el escándalo internacional.

Analistas políticos observan en Samuel Doria Medina una conducta marcada por el cálculo y el pragmatismo empresarial, que lo ha llevado a construir y romper alianzas según su conveniencia.

Su historial incluye múltiples pactos fallidos con líderes como Tuto Quiroga, Rubén Costas, Carlos Mesa y la misma Áñez. En cada caso, la constante ha sido una retirada estratégica ante escenarios adversos.

“Doria Medina ha tenido varias oportunidades para consolidarse como un líder de oposición, pero siempre ha preferido replegarse o acomodarse a los cambios de viento político”, señaló un analista consultado.

“Su falta de lealtad y compromiso con sus aliados ha terminado por desgastar su imagen política”.

Mientras Jeanine Áñez enfrenta procesos judiciales y permanece detenida, y Arturo Murillo responde ante la justicia internacional, la figura de Doria Medina permanece en una ambigua zona gris, sin rendir cuentas ni asumir un rol claro en el debate nacional.

0
Compartidos
Implementado por Marcelo Colpari – BOLIVIA PRENSA