La Paz, 20 de julio de 2025.- A sus 66 años, Samuel Doria Medina reaparece en el escenario político boliviano con la alianza “Unidad”, de corte centroderechista.
Aunque insiste en presentarse como “empresario independiente” y afirma que no tiene pasado político, la realidad y la historia reciente dicen otra cosa.
Doria Medina ha sido protagonista central de la política boliviana durante más de tres décadas.
Samuel Doria Medina no es nuevo en la política ni ajeno al poder. Su historia está marcada por decisiones estratégicas, alianzas polémicas y múltiples candidaturas.
Presentarse como alguien que “nunca hizo política” es negar décadas de presencia activa en los gobiernos, elecciones y estructuras de poder en Bolivia. El país merece honestidad, no maquillaje político.
Aunque afirma no haber hecho política, Doria Medina fue ministro, candidato presidencial, cogobernó con Jeanine Áñez y hoy reaparece con un nuevo disfraz electoral.
Samuel Doria Medina, conocido por ser dueño de la franquicia Burger King en Bolivia y uno de los empresarios más ricos del país, sostiene que nunca hizo política. Sin embargo, su historial como exministro, excandidato presidencial, vicepresidente de la Internacional Socialista y aliado clave en el gobierno transitorio de Jeanine Áñez contradice frontalmente esa afirmación.
La carrera política de Doria Medina comenzó en los años 90, cuando fue ministro de Planeamiento del Desarrollo en el segundo gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada (1992-1993).
Desde ese cargo impulsó la cuestionada capitalización, proceso por el cual las principales empresas estatales fueron entregadas a manos extranjeras bajo el discurso de "modernizar" la economía.
Posteriormente, fundó Unidad Nacional (UN), con la que se postuló en múltiples elecciones presidenciales (2005, 2009, 2014), sin alcanzar nunca la victoria pero consolidándose como figura constante del bloque opositor. En 2014 quedó en segundo lugar, detrás de Evo Morales.
LA COGOBERNABILIDAD CON JEANINE ÁÑEZ
En 2019, tras la renuncia de Evo Morales y la autoproclamación de Jeanine Áñez, Doria Medina formó parte activa del gobierno transitorio.
Aunque no ocupó un cargo formal, fue uno de los articuladores políticos detrás del gabinete.
Su entorno político tuvo presencia destacada, con figuras como Arturo Murillo, poderoso ministro de Gobierno que hoy enfrenta múltiples acusaciones de corrupción y lavado de dinero.
“Doria Medina cogobernó sin dar la cara, pero su gente manejó poder e influencia, especialmente en áreas económicas y de seguridad. Su peso en las decisiones fue evidente”, afirma un exfuncionario que trabajó en el Ministerio de Economía durante ese periodo.
INTERNACIONAL SOCIALISTA Y CONTRADICCIONES IDEOLÓGICAS
A pesar de formar parte de la Internacional Socialista, organización de centroizquierda, Doria Medina ha buscado alianzas y estrategias con partidos y figuras conservadoras, contradictoriamente alineándose con sectores de derecha económica. Hoy, su alianza “Unidad” agrupa a líderes neoliberales, empresarios y exfuncionarios de Áñez, en un nuevo intento de reposicionamiento electoral.
LA MÁSCARA DEL “APOLÍTICO”
Con un discurso que busca desvincularlo de los fracasos del pasado, Samuel Doria Medina intenta presentarse como “la renovación empresarial” frente al sistema político tradicional. Sin embargo, sus múltiples campañas, alianzas y vínculos lo desmienten. Es un político de vieja data que hoy se disfraza de outsider para conquistar el electorado que desconfía de los partidos tradicionales. (FAUSTO COLPARI - EXPERTO EN COMUNICACION POLITICA)