Durante la crisis poselectoral de octubre de 2019, el entonces presidente Evo Morales minimizó las movilizaciones en su contra, al mencionar que solo utilizaban “pititas” para perjudicar a la población e incluso se ofreció a enseñar cómo bloquear.
El término “pititas” quedó desde entonces y muchos lo utilizan para referirse a activistas y líderes de la oposición.
Este domingo, Morales volvió a mencionar a las “pititas”, al afirmar que el paro convocado para este lunes por los comités cívicos del país no tiene apoyo, por lo que contratan “pitilleros” para bloquear y perjudicar a la gente.
“Estoy convencido que el pueblo boliviano no va a parar, salvo unitos, bajo presión y bajo prebenda ¿Por qué el tema de los pititas pues? No tienen gente, pero agarran una pita, trancan la calle y listo, perjudican a la gente. De eso viven los pititas”, manifestó el líder del Movimiento Al Socialismo (MAS) en su programa dominical de Kawsachun Coca.
Sostuvo que los organizadores del paro cívico contratan “dos o tres pitilleros” que agarran una pita, trancan la calle y ganan 200, 300, 500…100 dólares por día.
Recordó que similar estrategia se aplicó en el paro que enfrentó el 2019 cuando, según él, pagaron a los trabajadores de la construcción para movilizarse para ganar unos 200 o 300 bolivianos, monto superior al jornal de 100 o 120 bolivianos al día que se ganaban algunos jóvenes.
Aseguró que el paro busca destrozar la economía que el presidente Luis Arce empezó a levantar, tomando en cuenta que el presidente del Banco Central de Bolivia anunció que el crecimiento estará por encima del 4% y el pronóstico del Banco Mundial que prevé un crecimiento por encima del 5%.
“Será con mucha inversión social, será sin inversión social, será con políticas de austeridad, no será o será con inversión en la parte productiva, pero empieza a reactivarse la economía. No será mucho, hay que reconocer, pero empezó”, manifestó.
Dijo que los masistas están comprometidos a respaldar con ideas a la gestión del presidente Luis Arce, a quien le reconoció capacidad de tomar decisiones en la administración del Estado y negó que sea su “títere”, como algunos opositores afirman –según él– para tratar de dividirlos.