Treinta mil corredores se dieron cita en Ciudad Universitaria para correr la cuadragésima edición del Maratón de la Ciudad de México.
El Maratón de la Ciudad de México celebró su cuarenta aniversario con la victoria de Héctor Garibay Flores, atleta boliviano que puso en alto el nombre de Latinoamérica.
Su rostro refleja cansancio, pero nada le quita la satisfacción. Especialmente, porque tiene la mirada puesta en los Juegos Olímpicos de París 2024.
“Es mi primera maratón. Venir a correr a México ha sido, para mí, muy motivante”, confesó Héctor, quien marcó un tiempo histórico de dos horas, ocho minutos, veintitrés segundos.
Por debajo de Bolivia, el segundo lugar quedó en manos del keniano Leonard Langat. ¿Qué sucedió con Edwin Kiprop Kiptoo, el deportista que ganó la edición pasada y se quedó a segundos de romper el tiempo histórico? Subió al podio, pero con la tercera medalla.
En la categoría élite femenil, no hubo presencia mexicana. Ni de Latinoamérica. Celestine Chepchirchir, Maurine Chepkemoi y Judith Jerubet —todas oriundas de Kenia— conquistaron las preseas, estableciendo un dominio total.
La victoria del bloque de atletas en silla de ruedas y con discapacidad visual se lo llevaron Martín Velasco Soria y Brenda Osnaya Álvarez, en sus respectivas categorías, dando muestra del orgullo mexicano.
“Sentí muy bonito. Es todo mi entrenamiento. […] Al final, valió la pena y la confianza”, reveló el corredor boliviano que conquistó el podio.
Héctor Garibay Flores lo tiene claro: Bolivia es el hogar de grandes atletas, y él es una prueba de ello.