Las ilusiones pueden chocar con la dura realidad económica. No se puede esperar milagros, pero sí se puede exigir seriedad, transparencia y responsabilidad en la conducción del país.
El próximo gobierno enfrentará una situación crítica, y su éxito o fracaso dependerá tanto de sus decisiones como del respaldo (o rechazo) de la sociedad y los actores económicos.
Algunos analistas advierten sobre un riesgo real de eclosión social si el nuevo gobierno no tiene legitimidad o si toma decisiones impopulares muy rápido (como levantar el subsidio a los combustibles o devaluar el boliviano).
Sin embargo, prever que no durará "ni un mes" es una visión extrema. Mucho dependerá de la capacidad del nuevo presidente para negociar, comunicar y tomar decisiones con respaldo institucional.
- ¿EL NUEVO GOBIERNO SOLUCIONARÁ LOS PROBLEMAS ESTRUCTURALES DEL PAÍS?
Difícilmente lo hará de inmediato. Los problemas actuales —escasez de dólares, falta de combustibles, alta inflación en productos básicos, pobreza estructural— no tienen soluciones rápidas.
Se necesita un plan económico serio, concertado y sostenido en el tiempo, que probablemente enfrente resistencia social si implica ajustes dolorosos.
- ¿APARECERÁN LOS DÓLARES, HABRÁ MÁS DIÉSEL Y GASOLINA?
Esto depende de dos factores: la confianza en el nuevo gobierno y el apoyo internacional. Si el nuevo gobierno logra credibilidad rápidamente, podría reactivar el flujo de divisas con ayuda externa (FMI, CAF, BID) y acuerdos de exportación. Pero si no hay confianza o el nuevo presidente carece de respaldo político, el problema puede agravarse.
- ¿BAJARÁ LA INFLACIÓN Y SE RESOLVERÁ EL PROBLEMA DEL HAMBRE Y LA POBREZA?
No en el corto plazo. La inflación puede moderarse si se estabiliza la economía, pero la pobreza requiere generación de empleo, inversión productiva y políticas sociales bien focalizadas. Esto toma años, no meses.
- ¿LAS PROMESAS POLÍTICAS SON FANTASIOSAS?
En muchos casos, sí. Los discursos electorales tienden a ser populistas y desconectados de la realidad fiscal del país. Prometen subsidios, bonos y obras sin explicar de dónde saldrá el dinero, lo que genera falsas esperanzas.?
(FAUSTO COLPARI - EXPERTO EN COMUNICACION POLITICA)
