Fecha: 9 de junio de 2025.- Bolivia atraviesa una de sus etapas más críticas en lo que va del siglo XXI.

Las calles de diversas ciudades del país se han llenado de manifestantes que, entre gritos de desesperación y pancartas de reclamo, denuncian el incremento incontrolable del costo de vida, la escasez de alimentos básicos y un gobierno cada vez más debilitado por las pugnas internas y la presión social.

“¡Hagan algo! No tenemos qué comer, las ollas están vacías”, claman ciudadanos en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.

Las escenas se repiten en mercados desabastecidos, con productos básicos como arroz, fideo, aceite, carne y pan convertidos en artículos de lujo para muchas familias bolivianas.

CRISIS ECONÓMICA: INFLACIÓN, ESCASEZ Y DESEMPLEO

La inflación se ha disparado en los últimos meses, impactando directamente en los bolsillos de los ciudadanos.

El Banco Central ha perdido capacidad de respuesta, mientras que las reservas internacionales siguen disminuyendo.

El dólar se comercia en el mercado paralelo por encima de los 10 bolivianos, y el contrabando, lejos de disminuir, se ha consolidado como una red alternativa de abastecimiento ante la caída de la producción nacional.

El desempleo se agudiza, especialmente en el sector informal, y muchas familias sobreviven apenas con lo indispensable.

Los bonos estatales ya no alcanzan para cubrir necesidades básicas, y el sistema de subsidios alimentarios muestra signos de colapso.

FRAGMENTACIÓN POLÍTICA Y VACÍO DE PODER

En el plano político, el país atraviesa una profunda crisis institucional. Las divisiones internas en el Movimiento al Socialismo (MAS), la falta de cohesión entre el Ejecutivo y los sectores sociales, y la creciente presión de la oposición han debilitado al gobierno del presidente Luis Arce.

Mientras tanto, figuras como Evo Morales y Andrónico Rodríguez mantienen posiciones divergentes, acentuando la fragmentación del bloque oficialista.

El Parlamento permanece paralizado por disputas políticas, sin lograr aprobar medidas urgentes que podrían paliar la crisis. La ausencia de consensos ha generado un vacío de gobernabilidad que preocupa a la comunidad internacional y a organismos multilaterales.

AGITACIÓN SOCIAL: MARCHAS, BLOQUEOS Y DESESPERACIÓN

En todo el país se registran marchas, bloqueos de caminos y enfrentamientos con la policía. Organizaciones campesinas, juntas vecinales, gremiales y plataformas ciudadanas denuncian el abandono estatal y exigen soluciones inmediatas. En algunos casos, los bloqueos han impedido el traslado de alimentos, medicamentos y combustible, profundizando aún más la crisis.

La violencia también ha resurgido. Se han reportado saqueos, intentos de toma de instituciones públicas y choques entre sectores sociales con posturas contrapuestas.

PERSPECTIVAS INCIERTAS

Analistas advierten que Bolivia se encuentra al borde del colapso si no se adoptan medidas urgentes de concertación nacional.

Se necesita un gran acuerdo político y social que devuelva la estabilidad institucional, garantice la distribución de alimentos y reactive la economía con urgencia.

De lo contrario, el país podría entrar en una espiral de crisis más profunda, con consecuencias imprevisibles para su democracia y su tejido social.

Mientras tanto, millones de bolivianos esperan, con hambre y desesperanza, una respuesta clara de sus autoridades. (FAUSTO COLPARI - EXPERTO EN COMUNICACION  POLITICA)