Lunes, 04 Agosto 2025
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En Bolivia este 25 de julio se celebra la majestuosa fiesta del Tata Bombori, el santo que cura a los enfermos

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25 de julio – Redacción Central.- Este 25 de julio, miles de devotos y feligreses  de Bolivia se unen para rendir homenaje al Tata Bombori, uno de los santos más venerados, temidos y enigmáticos de la religiosidad popular boliviana.

La festividad del Tata Bombori es considerada uno de los eventos religiosos y culturales más impactantes del país, por su profundo contenido espiritual, su masiva participación y el sincretismo entre la tradición católica y la cosmovisión andina.

EL “SANTO MALO” QUE CURA

El Tata Bombori es conocido como un “santo malo” por su carácter fuerte e implacable, especialmente con quienes no cumplen sus promesas.

Sin embargo, es también invocado como un poderoso curador, especialmente por quienes padecen enfermedades incurables o dolencias físicas y espirituales.

Según la tradición oral, este santo tiene el don de compadecerse de los más afligidos, y su culto está lleno de testimonios sobre sanaciones milagrosas. Por eso, cada 25 de julio, miles de personas llegan a pie, en caravanas o en procesión, con la esperanza de recibir su bendición o cumplir una promesa.

DEVOCIÓN QUE TRASCIENDE FRONTERAS

Si bien la comunidad de Bombori en Cochabamba es uno de los centros principales de esta celebración, la devoción al Tata Bombori también está fuertemente arraigada en el norte de Potosí, especialmente en comunidades indígenas y rurales donde existe una antigua iglesia construida en su honor. Esta iglesia, de arquitectura colonial, alberga cada año a miles de feligreses de distintas partes de Bolivia e incluso del extranjero, que llegan impulsados por la fe y los testimonios de sanación.

En esta región potosina, el Tata Bombori es considerado un protector ancestral, vinculado no solo a la salud, sino también a la tierra, la cosecha y el bienestar comunitario.

La celebración incluye rituales andinos, música de sikuris, danzas autóctonas y ferias tradicionales que hacen de esta fiesta un evento de gran valor espiritual y cultural.

FIESTA, FE Y PROMESAS

Tanto en Cochabamba como en Potosí, la fiesta del Tata Bombori convoca a peregrinos que participan en misas, procesiones, ofrendas y bailes devocionales.

Muchos cargan pesadas cruces, velas o estandartes en señal de sacrificio, y otros llevan réplicas de órganos o partes del cuerpo que esperan sanar.

En los templos donde se venera su imagen, es común ver placas, cartas y exvotos que relatan los milagros recibidos.

UN FENÓMENO DE RELIGIOSIDAD VIVA

Aunque el Tata Bombori no es reconocido como santo oficial por la Iglesia Católica, su figura es una de las más fuertes expresiones del sincretismo religioso andino.

Representa la fuerza de una fe popular que sigue viva, que combina la espiritualidad ancestral con símbolos cristianos, y que encuentra sentido en la búsqueda de sanación, justicia y consuelo.

Este 25 de julio, Cochabamba y el norte de Potosí se convierten nuevamente en santuarios vivientes donde la fe se canta, se baila y se celebra al ritmo de la esperanza y la gratitud.

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Implementado por Marcelo Colpari – BOLIVIA PRENSA