Viernes, 10 Octubre 2025
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ALERTA: Banco Mundial prevé tres años negativos para la economía boliviana

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La Paz, Bolivia — El Banco Mundial emitió un duro pronóstico para Bolivia: la economía nacional enfrentará tres años consecutivos de recesión, con caídas previstas del PIB de -0,5 % en 2025, -1,1 % en 2026 y -1,5 % en 2027.

Estas cifras sitúan a Bolivia, junto a Haití, como los únicos países de América Latina sin crecimiento económico en ese período.

El pronóstico del Banco Mundial debe entenderse como una advertencia —no como destino irrevocable. Bolivia enfrenta una encrucijada decisiva. Si los discursos electoreros no van acompañados de planes serios y ejecutables, este país podría quedar aislado en un prolongado ciclo de estancamiento. Es momento de responsabilidad, de liderazgo audaz y de políticas coherentes con los desafíos reales que vienen.

El panorama reflejado por el informe “Reporte Económico de América Latina y el Caribe” revela un debilitamiento profundo de factores clave: precios de materias primas deprimidos, menor inversión pública y privada, inflación persistente, escasa disponibilidad de divisas y un entorno internacional cada vez más complejo.

Una brecha entre expectativas oficiales y escenarios reales

Las proyecciones oficiales del Estado para 2025 estimaban un crecimiento de 3,51 %, cifra que el Banco Mundial considera irrelevante frente al contexto estructural adverso.

Expertos advierten que, sin un cambio de rumbo profundo, el país podría entrar en un ciclo prolongado de estancamiento económico, con severas consecuencias sociales.

RIESGOS Y EFECTOS ESPERADOS

Desempleo y precariedad laboral: con el estancamiento económico, muchas empresas —sobre todo micro, pequeñas y medianas empresas— podrían reducir plantilla o cerrar operaciones.

Menor recaudación fiscal: menos actividad significa menos impuestos, lo que podría agravar déficits fiscales ya presentes.

Presión sobre servicios sociales: programas sociales y de salud se verán tensionados ante mayor demanda con menos recursos.

Empeoramiento de la desigualdad: los sectores más vulnerables sufrirán de forma desproporcionada los efectos negativos.

Crisis de inversiones y fuga de capitales: el deterioro de la confianza puede paralizar proyectos, retardar inversión extranjera y generar salidas de capital.

LLAMADO URGENTE: MÁS ALLÁ DE LOS DISCURSOS, ACCIONES ESTRUCTURALES

Ante esta advertencia, desde distintos ámbitos —sociedad civil, sectores productivos, academia y movimientos sociales— se exige que los próximos gobernantes diseñen y ejecuten un plan de choque con visión de mediano plazo, que incluya:

  1. Reforma estructural del modelo productivo: diversificar la economía, impulsar industrias de valor agregado y romper la dependencia de los hidrocarburos y materias primas.
  2. Incentivos para inversión nacional y extranjera: crear condiciones estables, transparentes y competitivas para que el capital retorne o se mantenga en Bolivia.
  3. Reordenamiento fiscal responsable: optimizar el gasto público, cortar ineficiencias y mejorar la progresividad de los impuestos.
  4. Política monetaria y cambiaria prudente: contener la inflación, recuperar reservas de divisas y asegurar liquidez para sectores productivos.
  5. Proyectos sociales focalizados: proteger a los grupos más afectados con redes de apoyo, generación de empleo y capacitación.
  6. Transparencia e institucionalidad fortalecida: para recuperar confianza nacional e internacional, urgente eje en la lucha contra la corrupción y la administración eficiente.

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