Sucre acato hoy una jornada de encapsulamiento y megarrastrillaje, en medio de la crisis del oxígeno y el colapso de las unidades de terapia intensiva. Nadie salido de sus casas. Un buen ejemplo para Bolivia.

Solo el hospital Santa Bárbara tiene colapsados su servicio de Urgencias covid, Medicina Interna covid y Terapia Intensiva covid, donde esta madrugada fallaron dos respiradores de terapia intensiva, por lo que tuvo que emplearse uno de Urgencias.

Además, hubo un momento en que el principal hospital de Sucre se quedó con oxígeno apenas para tres horas, pero Oxipur, la empresa encargada, ya estaba recargando los tanques a mediodía, según los datos proporcionados por el director José Villarroel al "Especial de Domingo" de Correo del Sur Radio FM 90.1.

“Estamos colapsados (…) La situación en cuanto a la dotación de oxígeno se va a poner cada vez más dramática (…) Estamos luchando una guerra sin armas (…) Es pues bastante difícil las trabas burocráticas, el dinero que nos dan que son con partidas tan exactas, tan milimétricas que no podemos disponer ese dinero. Un presupuesto que nos dan supuestamente para el primer trimestre y lo desembolsan empezando el segundo trimestre”, declaró el director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Ignacio Tapia, a FM 90.1.

Desde Monteagudo, la segunda ciudad más grande de Chuquisaca, reclaman justamente al Sedes el envío de oxígeno y personal, entre ellos un epidemiólogo, de acuerdo con el último reporte del periodista Paolo Alcoba.

Debido a estas carencias, equipos y oxígeno están siendo movidos de un centro de salud a otro, lo que ya ha generado molestia en algunos casos.

Tapia dijo que este lunes concretarán la recontratación de los 300 trabajadores en salud dependientes de la Gobernación de Chuquisaca. Resta la renovación de los contratos dependientes del Ministerio de Salud; los profesionales están trabajando sin paga desde hace dos o tres meses, y solo en el hospital San Pedro Claver ya advirtieron con retirarse a partir de este 1 de junio.

Los sucrenses se unieron este domingo contra el covid-19 y acataron de manera disciplinadas las medidas restrictivas, según constató este diario en varias zonas de la ciudad.

Casi nadie salió de sus casas y la actividad comercial fue prácticamente nula hasta este mediodía.

Antes de las 8:00, las autoridades inauguraron la jornada con un acto en la exestación Aniceto Arce, donde llamaron a la población a apoyar el megarrastrillaje y el encapsulamiento.

El rector de la Universidad San Francisco Xavier, Sergio Padilla, destacó que la actividad se haya organizado de manera “coordinada” y el despliegue del personal de salud de la casa superior de estudios designado para la tarea.

Por su parte, el alcalde Enrique Leaño, en la misma línea, remarcó la conjunción de las instituciones que participan del megarrastrillaje y el trabajo del personal de salud, que enfrenta la lucha contra el covid-19 en la primera línea de la batalla de la enfermedad.

El gobernador Damián Condori, por su lado, destacó que se haya organizado un megarrastrillaje como el de este domingo y pidió que se ejecuten otros, si es necesario. Por otro lado, criticó la postura del ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, que ordenó a la Policía que no multe ni arreste a las personas por no acatar las medidas restrictivas dispuestas por los gobiernos subnacionales. “El Ministro nos quita autoridad”, observó.

La Policía desplegó a sus efectivos en distintos sectores de la ciudad para controlar que se cumplan las restricciones, pero casi no fue necesario.

Casi en toda la ciudad, la gente permaneció en sus casas, por lo que las calles lucieron prácticamente desiertas hasta este mediodía.

“Muy grata sorpresa al ver que las personas están acatando la invitación a permanecer en sus domicilios, para poder esperar a las brigadas médicas y continuar con la búsqueda activa de casos sospechosos o positivos, para la contención de la enfermedad, para evitar el colapso hospitalario”, dijo la secretaria municipal de Salud, María Isabel Garrón, en una evaluación preliminar del megarrastrillaje.

Las brigadas médicas, en general, fueron bien recibidas en los domicilios, aunque también hubo cierta reticencia en algunos lugares.