La Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Cochabamba en este 6 de junio, recordando el día del maestro, aprovecha la oportunidad para hacerles llegar un abrazo fraternal y solidario, el maestro es el profesional forjador de conocimientos, de su experiencia de vida nacen un conjunto de visiones y prácticas que son compartidas con todos los educandos.
El Día del Maestro se ha establecido mediante Decreto Supremo de 1924, en el gobierno de Bautista Saavedra, el que realza dos hitos históricos. Por un lado, la creación de la primera escuela de educación fundada en Sucre en 1909, en homenaje a los 100 años de la gesta libertaria de 1809 y por otro, el homenaje al “padre de la educación boliviana”, Modesto Omiste Tinajeros, quien nació el 6 de junio de 1840 en Potosí.
La profesión del maestro nos ha demostrado la importancia que tiene en la vida de las y los bolivianos. Los maestros nos han enseñado, en el periodo de la crisis sanitaria, las formas y maneras de reinventarse modos y maneras en el uso de las tecnologías al servicio de la comunidad educativa.
La pandemia truncó el proceso educativo de más de tres millones de estudiantes provocando que los padres realicen denodados esfuerzos económicos para posibilitar el acceso al espacio educativo.
En el proceso educativo existieron desfases, la cobertura tecnológica no llegó, ni llega a zonas rurales, al margen de los dispositivos con los cuales no cuentan las y los estudiantes en las ciudades, ocurre lo propio, particularmente en los hogares de estudiantes de escasos recursos económicos, aspecto que aún no puede resolverse.
Modesto Omiste Tinajeros nació el 6 de junio de 1840 en Potosí. La personalidad y talento de Omiste lo llevaron a crear y orientar las escuelas municipales. Fundó la primera Escuela Normal de Maestros de Sucre.
Creó varias escuelas. Fue gestor de las Asambleas del Maestro, donde impartió modernos métodos pedagógicos para su tiempo, convirtiendo a las escuelas municipales en las abanderadas del país.
Dedicó su vida a la educación popular. Fue maestro de otros grandes de la educación del país, como es el caso de Juan Misael Saracho, y Daniel Sánchez Bustamante, quienes tuvieron marcada influencia en su política educativa.