EE.UU. ataca a Irán: Estados Unidos atacó tres instalaciones nucleares la madrugada del domingo en una operación que, según el secretario de Defensa, Pete Hegseth, “destruyó” las ambiciones nucleares de Irán, aunque se está llevando a cabo una evaluación completa.
“Operación Martillo de Medianoche”: los ataques involucraron más de 125 aeronaves, incluyendo algunos bombarderos B-2, según funcionarios estadounidenses. Otros B-2 lanzaron más de una docena de enormes bombas “antibúnkeres” sobre las instalaciones iraníes de Fordow y Natanz, mientras que misiles Tomahawk impactaron en Isfahán.
Respuesta de Irán: el ministro de Asuntos Exteriores iraní acusó a Washington de cruzar una “línea roja muy grande” y expresó su escepticismo sobre una posible diplomacia, mientras el mundo espera una respuesta oficial del líder supremo, el ayatola Alí Jamenei. El presidente Donald Trump advirtió que Estados Unidos podría lanzar más ataques si Irán no firma la paz.
El complejo nuclear iraní de Isfahán, uno de los tres objetivos de los ataques estadounidenses del domingo, sufrió un “daño grave”, según una evaluación realizada por el Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional, una organización sin fines de lucro con sede en Washington.
La principal instalación de conversión de uranio del complejo, que convierte el uranio natural en uranio que se introduce en las centrifugadoras de gas, resultó gravemente dañada, según el instituto en su evaluación.
Las entradas de los túneles que conducen al complejo subterráneo también presentaban daños, con al menos tres de las cuatro entradas colapsadas.
“Es probable que se trate de una medida de precaución para contener una explosión o evitar la dispersión de material peligroso fuera de las instalaciones”, declaró.
Varias fuentes informaron previamente a CNN que, a diferencia de las otras dos instalaciones iraníes —Fordow y Natanz—, blanco de la operación, los bombarderos B-2 no lanzaron enormes bombas antibúnker sobre las instalaciones de Isfahán. Se lanzaron más de dos docenas de misiles Tomahawk contra Isfahán, según el general Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos.
El presidente Donald Trump aludió a la posibilidad de un cambio de régimen en Irán en una publicación en redes sociales el domingo por la noche.
“No es políticamente correcto usar el término ‘cambio de régimen’, pero si el actual régimen iraní no puede HACER QUE IRÁN VUELVA A SER GRANDE, ¿por qué no habría un cambio de régimen? ¡¡¡MIGA!!!”, escribió Trump.
La publicación del presidente es un giro respecto a los mensajes de altos funcionarios de la administración del domingo, aunque Trump no dijo específicamente que Estados Unidos trataría de implementar un cambio de régimen.
“Esta misión no fue ni ha sido un cambio de régimen”, dijo el secretario de Defensa, Pete Hegseth, a los periodistas en el Pentágono el domingo por la mañana.
El vicepresidente J.D. Vance amplió esa opinión más temprano ese día, diciendo a la NBC: “No queremos un cambio de régimen”.
El enviado iraní ante las Naciones Unidas condenó los actos de agresión de Estados Unidos e Israel contra Irán, declarando ante el Consejo de Seguridad de la ONU: “El momento, la naturaleza y la escala de la respuesta proporcionada de Irán serán decididos por sus fuerzas armadas”.
“Una vez más, el criminal de guerra internacionalmente buscado (en referencia al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu) logró secuestrar la política exterior estadounidense, arrastrando a Estados Unidos a otra guerra costosa e infundada”, dijo el embajador de Irán ante la ONU, Amir-Saeid Iravani, en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU celebrada el domingo en Nueva York.
Acusó a Estados Unidos de optar, “una vez más, imprudentemente”, por “sacrificar su propia seguridad simplemente para proteger a Netanyahu” y reiteró el “legítimo derecho” de Teherán a defenderse de la agresión. Irán también desestimó la “oferta diplomática” sobre las negociaciones nucleares, calificándola de “política para engañar a la comunidad internacional”.
“Irán se preparaba para la siguiente ronda de diálogo diplomático con Estados Unidos el 15 de junio, pero Israel atacó a Irán dos días antes de que pudieran celebrarse dichas conversaciones. De hecho, Israel decidió destruir la diplomacia. La supuesta oferta diplomática no fue más que una política engañosa para engañar a la comunidad internacional”, declaró.
Irán solicitó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que “actuara de inmediato” para abordar la “injusticia y las graves violaciones” cometidas por Estados Unidos e Israel, alegando que la inacción del organismo significaría la pérdida de su “credibilidad y relevancia”.
La Fuerza Aérea Israelí atacó satélites militares y radares en las ciudades de Kermanshah y Hamedán, en el oeste de Irán, así como infraestructuras de almacenamiento y lanzamiento de misiles, según informaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en un comunicado.
Un lanzamisiles tierra-aire también fue atacado en la capital iraní, Teherán.
“Las FDI continúan sus esfuerzos para debilitar las capacidades militares del régimen iraní y lograr la superioridad aérea sobre el espacio aéreo iraní para proteger al Estado de Israel”, añadieron las FDI.