Policías y militares despejaron hoy lunes la carretera que une los departamentos bolivianos de Santa Cruz (este) y Cochabamba (centro), bloqueada desde hace 22 días por simpatizantes del expresidente Evo Morales.

«Las tareas de desbloqueo continúan en nuestro país y no se detendrán hasta desbloquear todo el país», informó el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, en su cuenta de la red social X, tras informar sobre el operativo llevado a cabo en el municipio de Mairana, a unos 133 kilómetros de la ciudad de Santa Cruz, en la ruta que conecta con la región central y occidente, la más grande de Bolivia.

El comandante de la región de Santa Cruz, Rolando Rojas, señaló a la prensa que la intervención policial y militar se realizó de manera pacífica, por lo que los automóviles y camiones de carga ya pueden transitar de manera normal por la región.

Por su parte, la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, aseguró que el Gobierno seguirá habilitando el libre tránsito en todo el país para aliviar el impacto económico sobre la población.

«Vamos a continuar con este trabajo por la Policía, donde también participan efectivos militares, pero siempre preservando la vida de nuestra población, es lo que se ha hecho durante todo este tiempo, a pesar de que hay intenciones de que corra sangre en las carreteras, de enfrentamiento entre la población, de buscar muertos», dijo la autoridad en conferencia de prensa.

«Vamos a ser muy firmes, en la línea de dar transitabilidad, vamos a trabajar en eso y vamos a estar firmes para que tengamos la estabilidad que la gente necesita. La afectación, al margen de la economía, es la imagen del país y necesitamos cuidar esto», dijo Alcón.

Señaló que el Gobierno ha agotado las instancias de diálogo y ha respondido positivamente a la convocatoria de la Defensoría del Pueblo para tratar temas que competen al Órgano Ejecutivo.

Los bloqueos dejan pérdidas por más de 2.109 millones de dólares a varios sectores productivos, de acuerdo con el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo.

«Hemos estimado que en 21 días se perdieron 2.109 millones de dólares, afectando a varios sectores.

El sector agrícola ha perdido por día 88 millones de dólares, la industria oleaginosa 14 millones, el sector azúcar 6 millones, de alcohol 4 millones, avícola 4,7 millones; porcino 2 millones, de carne de res 7,1 millones, textiles 12,5 millones; restaurantes y hoteles 7 millones, es decir, las pérdidas son cuantiosas», detalló el ministro el domingo al canal estatal boliviano.