La Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) confirmó este viernes la llegada del exjefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), Maximiliano Dávila, a Estados Unidos.
Dávila comparecerá esta tarde ante la magistrada Robyn F. Tarnofsky en el Distrito Sur de Nueva York, acusado de conspirar para importar cocaína y utilizar ametralladoras para facilitar operaciones de narcotráfico.
Damian Williams, fiscal del Distrito Sur de Nueva York, y Anne Milgram, administradora de la DEA, detallaron que Dávila, conocido como "Macho", empleó su cargo para proteger cargamentos de cocaína e incluso utilizó agentes armados de la FELCN para garantizar la seguridad de los envíos.
"En lugar de combatir el narcotráfico, Dávila convirtió a la fuerza antidroga en una máquina para el tráfico de cocaína, buscando inundar nuestras calles con veneno", declaró Milgram. La administradora añadió que esta extradición demuestra que "ningún funcionario corrupto es intocable".
De acuerdo con el Departamento de Justicia de EEUU, Dávila fue grabado en reuniones organizando el envío de más de una tonelada de cocaína hacia Estados Unidos desde Bolivia en 2019. Durante estas reuniones, discutió el uso de aeródromos controlados por él, donde desviaba recursos policiales para proteger los cargamentos. También cobraba tarifas por kilogramo de cocaína transportada y garantizaba protección armada con ametralladoras.
Aunque fue removido de su puesto en noviembre de 2019, Dávila continuó participando en operaciones de narcotráfico utilizando su influencia política. Según las investigaciones, en reuniones posteriores acordó enviar muestras de cocaína a Perú y continuó organizando la exportación de grandes cargamentos hacia Estados Unidos.
El fiscal Williams enfatizó que este caso representa un esfuerzo global para combatir la corrupción vinculada al narcotráfico.
"Ésta es una advertencia para aquellos que utilizan sus cargos para enviar toneladas de cocaína a EEUU: nuestro alcance es global, nuestra memoria es larga y enfrentaremos a quienes amenacen la seguridad de nuestras comunidades".
Maximiliano Dávila, extraditado desde Bolivia el jueves, podría enfrentar una condena mínima de 10 años y hasta cadena perpetua si es hallado culpable de los cargos federales que se le imputan.