Todos Santos festividad de espiritualidad latente, tiene por objetivo que los seres humanos puedan contactarse con las almas de los difuntos, al brindarles una serie de prerrogativas, en el mundo sobrenatural del que proviene la creencia de otra vida del más allá de la muerte y la presencia simbólica del espíritu, o ritual que se recuerda por tradición a los seres que ya no encuentran entre nosotros.
MAST’AKU
La festividad de Todos Santos es un reencuentro tradicional de cada año, cuando las almas llegan entre las vías de una población, les esperan con la mesa aromatizada por la fragancia de las flores, se escucha la intensidad de voces de alabados en coro cantados por niños y jóvenes acompañado de instrumentos típicos ó bandas de músicos que consternan los corazones de familias que recuerdan a sus seres queridos y a quienes los visitan.
Lucia Velásquez, cuenta “Antes de la llegada de la fiesta de Todos Santos, los familiares con anticipación amasan las t’anta wawas, urpus (masitas) y preparan todo los elementos, llegado el día se arma el mast’aku (altar cósmico en contacto con el mundo de los muertos) y al día siguiente se vá a los cementerios a rezar y a despedir a las almas”.
Roberto Fuentes, explica “El mast’aku se lo realiza en honor a las almas, donde se les ofrenda una variedad de alimentos y bebidas como, masitas, frutas, bebidas, platos favoritos que gustaba al difunto, pero esencialmente en la mesa debe estar la foto del difunto”.
Las actividades de la fiesta empieza con varios días de anticipación, los deudos del difunto preparan insumos, como lavar y hacer moler trigo y maíz para el amasado de t’antawawas, urpus y masitas; se proveen de productos para cocinar diferentes platos que más gustaba al difunto en vida, elaboran variedad de bebidas (chicha, vino y licores), confeccionan adornos y otros elementos para embellecer el mast’aku (preparado de la mesa del altar).
NIVELES DEL MAST’AKU
- Janaq pacha, el cielo en la Tierra. El más allá de donde vienen los difuntos.
- Kay pacha, mundo terrenal. El presente donde estamos todos nosotros.
- Ukhu pacha, mundo de abajo o mundo de los muertos. Hondo.
- Wiñay pacha, fiesta del reencuentro. Ciudad eterna.
Elementos del mast’aku y sus creencias.
El mast’aku para las almas de personas fallecidas adultas, se prepara de color negro o morado, y de blanco para los niños y jóvenes solteros, la fotografía o retrato se ubica en un lugar de preferencia. Lo típico de estas fiestas son los platos de comida, como el ají de fideos, arveja o de lizas, por su apariencia y lo picante de su sabor, se cree que atraen a las almas al hogar.
- Entre los otros elementos podemos mencionar: La escalera, sirve para que las almas vayan sin dificultad al cielo o al más allá.
- Caña de azúcar, colocan en las cuatro esquinas de la mesa, forman una especie de casa, que protegerá al alma del sol y de la lluvia y que le servirá de bastón en su camino sin retorno.
- Cruz, representa la espiritualidad del alma.
- Sol y la luna, los dioses andinos inti y quilla
- T´anta wawas, representan al difunto o la difunta.
- Llamas, para que las almas puedan llevar los manjares de la mesa.
- Flores, para ahuyentar los malos espíritus
- Frutas, incorporan todo lo que el alma comía en vida.
- Víboras, simbolizan el mundo de abajo, las profundidades.
- Canastas de dulces, para endulzar el camino de las almas, si tiene la forma de un gallo es para que les despierte, el que cantó tres veces antes de que muriera Jesucristo.
- Coronas y guirnaldas, dan sombra al espíritu en su camino y además proteger para pasar por lugares con fuego.
- Ángeles, simbolizan el cuerpo de Dios en espíritu, además son guardianes que los guían a las almas al paraíso celestial, aseveran los deudos.
DÍA DE TODOS SANTOS
Lucia Velásquez, indica “La llegada de las almas de los difuntos se puede presentir porque el ambiente se vuelve más tenso, llueve, sopla viento y se siente un intenso frío” los espíritus de los difuntos llegan con lluvia y viento, el ambiente cambia se siente mucho frío, son momentos de alegría y tristeza a la vez, manifiestan.
Por tradición, el primero de noviembre desde horas 12 del medio día, se cree que las almas o espíritus llegan de lo alto del cielo, y los Mosoq aya (Quechua-deudo del fallecido resiente) son los parientes de los difuntos resientes, de aquellas almas que se marcharon por el camino sin retorno, esperan con el mast’aku, a partir de ese momento empiezan a rezar hasta tardes horas de la noche.
Patricia Siles, opina “Dentro de esta ofrenda los rezos o coros son de gran importancia porque con ello las almas se encuentran agasajadas y aun recordadas por sus seres queridos".
Niños, jóvenes y mayores participan de los resakus (Canto de coros y ofrenda de oraciones delante del mast'aku) cantan coros “Del tronco nació la rama, de la rama nació la flor, de la flor nació maría, de María el redentor” “Alabado santísimo sacramento del alta y la Virgen concebida sin pecado original” y rezan oraciones "Padre nuestro y Ave María" ofrendas a las almas con fe y devoción, en retribución los dolientes invitan masitas, refrescos, vinos y otras bebidas.
Roberto Fuentes, manifiesta: “La comida como la bebida es muy importante dentro del altar, porque cumple una función de saciar el hambre y la sed del difunto durante el recorrido de su largo viaje del cielo. Por esta razón la comida no debe faltar en el mast’aku”.
Patricia Siles, expresa “Dentro el altar no debe faltar la bebida favorita del difunto, le sirve para saciar su sed y continuar su largo viaje al otro mundo”.
Según las creencias y costumbres de nuestros ancestros, los platos de comida y las bebidas ofrecidas a las almas en el masta’aku están para saciar el hambre y la sed de las almas que lleguen del cielo a este valle de lágrimas.
Emiliana Torrico, recomienda “La comida o el plato preferido que se ofrece en la mesa en honor del difunto se la deshecha ya que esta pierde su sabor, olor y sobre todo porque estaba en ofrenda para el difunto y no es posible que otra persona consuma”.
Cuando las comidas, bebidas y refrescos que se ofrece especialmente a nombre de un espíritu, la comida queda sin sabor y la bebida se seca, por lo que se dice “almaq qhawayqusqanña” (ya es visto por el alma) por lo cual, esa ración se debe desechar, lo especial se deshecha.
DÍA DE DIFUNTOS
El día 2 de noviembre la tradicional fiesta del día de difuntos, continua en el cementerio con celebración de misas, ofrendas de rezos, canto de coros; bandas y grupos musicales interpretan melodías que gustaba al difunto, a cambio de masitas, frutas, dulces y otros los elementos del mast’aku hasta agotar todo, si quedara algún elemento, el próximo año un miembro de la familia podría fallecer, según la creencia popular.
En el ocaso del día de difuntos al caer la tarde en este paraíso terrenal, alma kacharpay (despedida de las almas) se despiden a las almas con una serie de rituales según costumbres de cada región, en el valle cochabambino la Wallunk’a (columpio grande) que se extiende hasta fin de año.
La celebración de la festividad de Todos Santos, según la investigación, es una tradición, un legado de nuestros antepasados, una fiesta que pervive la presencia de la unión familiar y es práctica de valores sociocomunitarios como el ayni (solidaridad y reciprocidad). Los bolivianos debemos preservar nuestra identidad cultural revalorizando nuestras costumbres y tradiciones
, las cuales vivieron nuestros antepasados de generación en generación hasta nuestros días, ritos ancestrales que no lo se deben perder. (Prof. Rene Vargas Valverde)