Durante el gobierno de Jorge "Tuto" Quiroga (2001-2002), se manejaron fondos denominados "gastos reservados", destinados a actividades de seguridad y otras operaciones sensibles del Estado. Estos fondos fueron objeto de críticas y cuestionamientos en años posteriores, según una investigación del abogado Dulfredo Flores.
En 2010, el entonces vicepresidente Álvaro García Linera afirmó que, durante la gestión de Quiroga, se utilizaron aproximadamente 558 millones de bolivianos (equivalentes a unos 79,7 millones de dólares) en gastos reservados.
García Linera señaló que estos recursos carecían de una rendición de cuentas clara y transparente, sugiriendo la necesidad de investigar su uso.
En respuesta, Jorge Quiroga defendió el uso de estos fondos, indicando que fueron empleados en tareas de seguridad interna, lucha contra el narcotráfico y prevención del terrorismo. Además, cuestionó la independencia del poder judicial en las investigaciones relacionadas con su gestión, sugiriendo una posible motivación política detrás de las acusaciones.
Es importante destacar que el manejo de los gastos reservados ha sido una práctica común en varios gobiernos bolivianos anteriores a 2005, y su uso ha sido objeto de debate y controversia en el país.