El candidato a la presidencia por el Partido Demócrata Cristiano (PDC), Rodrigo Paz Pereira, enfrenta una serie de denuncias y procesos judiciales que ponen en duda su discurso de transparencia y renovación política. Fuentes judiciales y políticas señalan que Paz tendría al menos siete procesos abiertos por distintos casos de presunta corrupción cometidos durante su paso por la administración pública.

Uno de los casos más graves está vinculado con su gestión como exalcalde de Tarija, donde se investigan irregularidades en la contratación de obras y presunto mal manejo de recursos municipales.

La Fiscalía habría retomado varias causas que quedaron pendientes tras su salida del municipio, generando preocupación entre sectores ciudadanos que reclaman justicia y rendición de cuentas.

Asimismo, trascendió que el suegro de Rodrigo Paz también mantiene cuentas pendientes con la justicia, relacionadas con la situación del Banco BISA, lo que incrementa las dudas sobre el entorno económico y político que rodea al candidato.

Rodrigo Paz, quien ha ocupado distintos cargos públicos durante más de 30 años, es señalado por diversos sectores como un “vividor del Estado”, por haber transitado permanentemente entre funciones públicas, asesorías y candidaturas, sin mostrar resultados significativos en beneficio del país.

“Rodrigo Paz no es ningún inocente de la política. Es parte del viejo sistema que hoy pretende volver al poder bajo un nuevo discurso”, manifestaron analistas y ciudadanos consultados, que exigen una revisión profunda de sus antecedentes antes de presentarse como opción presidencial.

Mientras el candidato intenta posicionarse como una alternativa moderada, los procesos judiciales y los antecedentes familiares lo persiguen, revelando una historia marcada por privilegios, influencias y presuntas irregularidades que hoy salen nuevamente a la luz pública.