El nuevo ministro de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, Mauricio Zamora, denunció irregularidades en la transferencia de mando. Al tomar posesión de su despacho este lunes, Zamora reveló que no encontró funcionarios públicos ni al ministro saliente, Édgar Montaño.
“Hoy día me encontré sin secretaria, sin jefa de gabinete, o sea, una oficina fantasma”, denunció. Y lamentó el abandono, señalando que la responsabilidad de cada funcionario saliente es entregar su oficina, independientemente de la evaluación que el nuevo Gobierno haga sobre su continuidad.
A pesar de las dificultades en la transición, Zamora afirmó que está comenzando su gestión desde cero y minimizó el problema administrativo. «Es una cosa menor, vamos a hacer lo mejor para trabajar por Bolivia”, concluyó.
La autoridad dijo que aplicara una política de tolerancia cero contra la corrupción en su cartera, asegurando que se acabarán los «porcentajes» que, según él, alcanzaban hasta el 15% para la adjudicación de obras estatales. Además, denunció irregularidades en la transferencia de mando.
La declaración es el primer gran compromiso de la nueva administración en la lucha contra la corrupción, una instrucción directa del presidente Rodrigo Paz Pereira en la primera reunión de Gabinete celebrada este domingo.
“Es un quinto punto que charlamos en la primera reunión de gabinete, donde mi trabajo es acabar con la corrupción. Se acabó los porcentajes, que antes era el 10%, se ha vuelto el 15%. Eso se acabó en este ministerio, porque toda esa platita no puede ir a bolsillos de funcionarios públicos”, afirmó Zamora a la red televisiva F10.
El Ministerio de Obras Públicas es una institución clave que maneja un número significativo de licitaciones en sectores como telecomunicaciones, transportes y vivienda, lo que, según Zamora, implica una «gran responsabilidad».



