Los ocho policías de Umopar de Beni fueron enviados al penal de Palmasola en Santa Cruz. Los uniformados son investigados por el desvío de 800 kilos de droga de un operativo realizado en San Borja.
“Comunicamos al pueblo de Bolivia, que concluyó la audiencia de medidas cautelares de los 8 efectivos policiales involucrados en la desaparición de 800 kilogramos de cocaína. Se dispuso (la) detención de todos ellos en Palmasola”, informó el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, a través de su cuenta de Facebook.
Tras conocerse este caos, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) envió policías de otros departamentos a Beni para reforzar el trabajo de interdicción y, sobre todo, para hallar los 800 kilos de droga que fueron desviadas por ocho uniformados tras realizar un operativo en San Borja.
Del Castillo, acompañado del director nacional de la Felcn, José Illanes, y del inspector general de la Policía, Álvaro Álvarez, llegó a Trinidad para informar que los ocho uniformados fueron remitidos al Ministerio Público.
La patrulla que fue sometida a investigación estaba conformada por el mayor Erik G. C., el capitán Luis A. H., los tenientes Marco P. A. y Ramiro B. C., y los sargentos Fidel C. Z., Henry L. M., Aldo A. M. y Arcenio M. N.
Informes de contrainteligencia de la Felcn permitieron descubrir el desvío de más de 800 kilos de droga. La autoridad detalló que, el 17 de abril a las 15:00, agentes del Grupo de Inteligencia de Operaciones Especiales (GIOE) llevaron a cabo un operativo en el municipio de San Borja ante la denuncia de la existencia de pistas clandestinas.
Una vez en el lugar, los efectivos observaron una estancia denominada Los Nicos, donde hallaron armas de fuego de diverso grueso calibre, pistas clandestinas y tierra removida, en la que al hacer la excavación encontraron una carpa de color de azul con paquetes de sustancias controladas, por lo que se procedió a su secuestro.
Del Castillo indicó que Inteligencia de la Felcn encontró audios en los que se escucha a los “dueños” de la droga presionar a los efectivos para que devuelvan los 800 kilos “desaparecidos”.
“Ante distintas denuncias y la información que se logra recabar por la misma Felcn se determina que no era toda la sustancia controlada la que había sido secuestrada. La Dirección General de la Felcn logra interceptar unas conversaciones donde se empiezan a realizar amenazas al personal de la
Felcn que había operado en este lugar en atención de que ya se tenía conocimiento que la carga tenía un peso aproximado de 431 kilogramos de clorhidrato de cocaína”, detalló el titular de Gobierno.
“Si calculamos, estamos hablando de aproximadamente 800 kilos, se puede hablar de 1,6 millones de dólares, en atención de que cada ladrillo de cocaína costaría mínimamente 2 mil dólares”, agregó.