El presidente del Estado, Luis Arce Catacora, recibió este domingo el respaldo unánime de las organizaciones campesinas del departamento de Cochabamba, ante los planes de desestabilización que impulsa la “oligarquía” cruceña, a través del Comité Cívico y el gobernador Fernando Camacho.
Durante un acto de masas en Quillacollo, el ejecutivo de la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Cochabamba (FSUTCC), Juan Zegarra, le expresó al Jefe de Estado que “el pueblo cochabambino siempre lo respaldará”.
“Estaremos como un soldado del Proceso de Cambio. Decir a aquellos que están queriendo desestabilizar, a esa oligarquía, que se va a parar Cochabamba”, advirtió.
“La lucha es constante”, dijo el dirigente e instó al Presidente a seguir “adelante con ese entusiasmo, con trabajo”. “Vamos a estar con usted todas las organizaciones sociales del departamento de Cochabamba”, insistió.
“Lucho no está solo, c…, Lucho no está solo c…”, coreó, a su vez, el máximo ejecutivo de la Central Sindical Única de Trabajadores Campesinos Originarios de Quillacollo, Martín Mamani, durante el acto, en el cual también se celebró los 70 años de la organización.
“Quillacollo siempre está presente contigo (Presidente), apoyando tu gestión hermano Lucho”, le dijo el dirigente al Jefe de Estado.
El sábado, el denominado Comité Interinstitucional de Santa Cruz llevó adelante su segunda Cumbre por el Censo, en la cual determinó ir a un paro de 48 horas, el 8 y 9 de agosto, exigiendo que la encuesta nacional se realice en 2023.
Será la segunda medida, después de la cumplida el 25 de julio que sólo se centró en el caso urbano de Santa Cruz, porque zonas aledañas, como el Plan 3000, no acataron el paro. Además el resto de los municipios cruceños cumplió sus actividades con normalidad.
A diferencia de la primera ocasión, esta medida ya no cuenta con el respaldo del alcalde de Santa Cruz, Jhonny Fernández, quien se apartó de esa entidad por las posturas políticas que asumen, antes de dar validez a los criterios técnicos para establecer la fecha del Censo Nacional de Población y Vivienda.
En su intervención, el Presidente del Estado destacó la valentía de la población de Quillacollo durante la denominada Guerra del Agua (2001), que fue el punto de partida para acabar con el sistema neoliberal, y también por la resistencia al golpe de Estado de 2019 y en la recuperación de la institucionalidad democrática en 2020.
“Reconocemos que Quillacollo fue un puntal fundamental, hermanas y hermanos, para que recuperáramos la democracia el año 2020. Nos hemos visto en el bloqueo de caminos para arrancar una fecha definitiva de elecciones, querían prorrogarse eternamente en el gobierno y trasladaban y trasladaban la fecha”, recordó.
El 28 de julio de 2020, la ciudad de El Alto reunió al “Cabildo del millón”, convocado por la Central Obrera Boliviana (COB), para presionar y obligar al Tribunal Supremo Electoral (TSE) a fijar la fecha de las elecciones.
El TSE, que estaba presidido por Salvador Romero, delegado de la expresidenta de facto Jeanine Áñez, aplazó en al menos cuatro oportunidades la fecha de las elecciones. Inicialmente estaba prevista para el 3 de mayo, pero se la reprogramó para el 17 de ese mes.
Áñez y su gobierno decretaron una cuarentena total como respuesta a la pandemia del COVID-19, lo que derivó en un nuevo aplazamiento de las justas para el 6 de septiembre.
Al final se la programó para el 18 de octubre, de forma definitiva, gracias a la presión de los sectores sociales con protestas como el Cabildo del millón.
El Presidente recordó que movilizaciones como la del 28 de julio de 2020 presionaron para que retorne la institucionalidad democrática a Bolivia.
Arce y el vicepresidente David Choquehuanca terciaron en las elecciones y ganaron con más del 55% de la preferencia electoral.