Este viernes se conoció que la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU saldría de Bolivia. La Human Right Watch (HRW) lamentó la decisión y considera que con esto el Gobierno “debilita la defensa de los derechos humanos”.
“Al decidir no renovar el mandato de la misión en Bolivia se deja a las bolivianas y bolivianos sin una entidad imparcial muy importante en el país que vigile los derechos humanos”, escribió en su cuenta de Twitter el director para América Latica de la HRW, César Muñoz.
Muñoz, destacó el apoyo técnico que realizó esta oficina “para reformar la justicia” y además realizó “un monitoreo constante” al proceso legal instaurado contra la expresidenta Jeanine Áñez.
En un segundo post agradeció a los miembros actuales y anteriores de la misión de la Oacnudh por “sus importantes esfuerzos, tanto públicos como privados, por contribuir a una Bolivia más justa”.
A su decir de Muñoz, con la salida de la Comisión, el gobierno del presidente Luis Arce da un “claro” mensaje de que no quiere instancias internacionales “que examinen de cerca sus prácticas sobre los derechos humanos”.
“La principal víctima de esta decisión es, lamentablemente, la ciudadanía boliviana”, concluyó.
Según el Gobierno la salida de la Oacnudh se da porque esta instancia cumplió su tiempo de permanencia en Bolivia, ya que llegó con la intención de recabar información sobre los conflictos del 2019.