Miércoles, 30 Octubre 2024
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ARGENTINA: Entre el continuismo, el cambio y el miedo

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BUENOS AIRES.- La ventaja de votos alcanzada por Sergio Massa, actual ministro de Economía, durante la primera vuelta electoral en Argentina, implica la continuidad del modelo peronista kirchnerista determinado por una mirada de un Estado que controla.

Del lado de Javier Milei se establece un modelo de cambio bajo un formato libertario desconocido para los argentinos lo que genera incertidumbre, según la opinión del periodista e investigador argentino, Hugo Macchiavelli.

Massa está enfocado con una mirada al estilo peronista de un Estado con injerencias e intervención, con asistencia social, pero con muchas dificultades para crecer en lo económico. Y del lado de Javier Milei se establece en un formato de cambio en el denominado contexto libertario que es desconocido para los argentinos, agregó el conductor y columnista en La Nación.

Para Macchiavelli, si bien en Argentina la derecha tiene una activa participación, nunca logró una mayoría como esta de 30%. Y el peronismo jamás obtuvo una elección tan baja, menor al 40% que alcanzó Sergio Massa en la primera vuelta.

En su opinión, Milei ha sido el factor inesperado en la política argentina en respuesta a un fenómeno propio de estas épocas, de la necesidad de una coalición nueva, un outsider con proclamas y críticas a la casta política, con ideas llamativas como la dolarización. En definitiva, con un mensaje implícito de “basta de intervención del Estado, basta de empobrecimiento”.

Señaló que estos elementos llamaron la atención con un seguimiento especialmente de los jóvenes que ven a Milei desde una postura más amplia de libertad.

Pero reconoce que esta propuesta de cambio se ve con la lupa de un panorama incierto porque, aunque es diputado, nadie lo ha visto ejecutar una gestión pública y genera expectativas. “Y también preocupación porque desde el gobierno se han encargado de establecer una política del miedo detrás de la figura de Milei. Incluso han señalado que el libertario es proclive a lo que fue la dictadura militar, todo esto sin ningún tipo de fundamento”, agregó el periodista.

Sobre si el voto en blanco pudiera estar tomando una importancia relativa, ratificó que hay un compromiso ciudadano bastante fuerte. “En la primera vuelta votó 77% y en las primarias de agosto 74% del electorado y se cree que en este balotaje acuda al menos el 75% del padrón electoral”.

Explica que el voto en blanco lo que hace es achicar la torta porque en el balotaje no se gana por porcentaje sino por cantidad de votos.

Así que para el analista para esta segunda vuelta está presente el juego del miedo que el oficialismo y el gobierno plantean alrededor del candidato de la Libertad Avanza.

“Quienes rodean a Sergio Massa plantean que, de ganar Milei, Argentina podría perder los derechos de la salud y la educación pública incluso el regreso de una derecha extremista y una devaluación que nos lleve a ganar centavos de dólares con la dolarización y la eliminación del Banco Central”. Esto último podría tener un alto costo, dijo Macchiavelli. Pero, según su análisis, Milei ha planteado esos cambios para una segunda etapa de gobierno. Además, agregó que con el tema de la devaluación está claro que ya se vive, no es futuro, hoy un dólar cuesta 1.000 pesos.

Coincide en que Javier Milei pareciera estar controlado por el ala del Pro (Propuesta Republicana) a cargo de Mauricio Macri y Patricia Bullrich. Es decir que Milei haría un gobierno más bien de coalición opositora de derecha y no de libertario a ultranza.

Aseguró que Milei no podría tomar decisiones por su cuenta, porque algunas son inconstitucionales así que es muy difícil que algunos de los cambios radicales los produzca tan rápidamente.

De ganar Sergio Massa, de Unión por la Patria, sí sería más de lo mismo y pese a tener todo el poder porque es virtualmente el presidente de la Argentina en la actualidad, no ha podido modificar el rumbo económico, no ha bajado la inflación, no ha mejorado los salarios, ni las exportaciones y tampoco ha logrado suministrar la cantidad de dólares en el Banco Central que hoy está en rojo, ni ha reducido significativamente la deuda, acotó el experto en temas políticos.

“Es cierto que si gana Massa no habrá grandes cambios y probablemente el control que hoy mantiene le genere cierta estabilidad social. Más allá de los reclamos y las marchas que hay cada tanto de gente saliendo a la calle por la falta del combustible o eventualmente un corte de luz…están bajo un control porque hay acuerdos con la central trabajadora y con las agrupaciones sociales que intermedian con la pobreza o controlan al sector que hace piquetes”.

“Todo ese control social es típicamente peronista. En Argentina esto ha sido histórico. Es más fácil para un gobierno peronista o Massista, en este caso, controlar las protestas”.

Milei puede significar algún tipo de inquietud porque “no sabemos si es capaz de controlar los reclamos que son muy habituales en la Argentina cuando no se compensa o no se mantienen los negocios de turno que en general el peronismo ha sabido solventar”.

Indicó Macchiavelli que algunos apoyan a Massa porque temen al ajuste que inevitablemente va a venir, ya que considera que los cambios ocurrirán sea Massa o Milei.

El debate, en una segunda lectura ganó Milei

Dijo Macchiavelli que los analistas coinciden en que el ganador del debate de domingo fue Sergio Massa, en una primera lectura, porque tuvo el control y la iniciativa en el centro de la escena.

Sin embargo, en una segunda lectura hay quienes dicen que el miedo propuesto desde el gobierno hacia Javier Milei que intentó Massa ejecutar para provocar al libertario no tuvo su efecto.

Indicó que Milei pareció a la defensiva y trató de evitar el desborde, algo que consiguió. En cambio, Massa quedó con esa imagen dentro de un rol protagónico desde la soberbia, del sarcasmo y de la prepotencia.

“Massa perdió empatía con un excesivo protagonismo en el debate que en una segunda lectura pudiera haber favorecido a Milei, que se mostró tenue sin la motosierra y con la idea de capturar a un público moderado, que es el que le falta obtener sobre todo de las filas del voto que logró Patricia Bullrich, la líder de Juntos por el Cambio”.

Entonces la fortaleza de la victoria de Massa en el debate pudo ser una debilidad en términos de la empatía que puede provocar en la población frente a un Milei que se le vio más frágil, más humano y dispuesto a aceptar errores, dijo el periodista.

Hay otros que señalan que Milei no pudo aprovechar las debilidades en términos de la actual gestión de Massa “para gestar golpes o algún nocaut en términos boxísticos.

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Implementado por Marcelo Colpari – BOLIVIA PRENSA