Los militares armados y en tanquetas blindadas que llegaron hasta la plaza Murillo como parte de una intentona golpista retornaron a sus unidades, luego que el nuevo comandante del Ejército, José Wilson Sánchez, ordenara su desmovilización. Ni bien salieron, una multitud se congregó para respaldar a la democracia y al gobierno.

Decenas de militares y un grupo de tanquetas estuvieron desplazadas por cerca de tres horas en el centro del poder político de Bolivia bajo el mando del excomandante del Ejército Juan José Zúñiga, quien días antes había expresado abiertamente posiciones políticas.

Para frenar el golpe y desde Casa Grande del Pueblo, centro de las operaciones de resistencia, el presidente Luis Arce posesionó a un nuevo mando de las Fuerzas Armadas.

Tras tomar juramente, el nuevo Comandante del Ejército ordenó el repliego de los militares que estuvieron desplazados en plaza Murillo.

“Ahora, en mi condición de Comandante General del Ejército y en representación de los tres comandantes de fuerza, ordeno y dispongo que todo el personal que se encuentra movilizado en las calles retorne a sus unidades”, ordenó.

Sánchez consideró que Zúñiga “ha sido un buen comandante” y le pidió “no deje sangre derramada de los soldados”.

Minutos después los militares y tanquetas abandonaban plaza Murillo y daban paso a miles de personas que se apostaron en inmediaciones del centro político en defensa de la democracia.

“Presidente, este nuevo Alto Mando de comandantes de fuerza va a cumplir lo que dice la Constitución Política del Estado y las leyes que rigen a la institución militar, vamos a estar siempre al pendiente de que el Gobierno legalmente constituido permanezca, de acuerdo a lo que dice las normas del Estado”, afirmó.

Durante el acto de posesión del Alto Mando de las Fuerzas Armadas, el mandatario deploró las “actitudes de malos militares que lamentablemente repiten la historia tratando de hacer un golpe de Estado, cuando el pueblo boliviano ha sido un pueblo democrático”.

Una multitud de personas llegó hasta la plaza Murillo para reafirmar su respaldo a la democracia y al gobierno legalmente constituido. Arce, el vicepresidente David Choquehuanca, dirigentes sociales y otras personalidades coincidieron en agradecer al pueblo por movilizarse para hacer respetar la democracia.