El exmandatario Evo Morales Ayma acusó este domingo al presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora, de orquestar un “autogolpe de Estado” para levantar su popularidad ante la población del país sudamericano.
Morales Ayma, quien llegó a ser aliado de Arce Catacora y ahora es rival político, fue una de las primeras voces en criticar la movilización de aproximadamente 200 miembros del ejército con tanquetas hacia el palacio de gobierno, el miércoles pasado.
“Todos los involucrados en este motín sean arrestados y juzgados”, dijo el expresidente al momento de la crisis en La Paz, pero este domingo, cambio su postura, al sugerir que el propio presidente habría orquestado el incidente para ganarse la simpatía del electorado.
“Arce faltó el respeto a la verdad, nos engañó, mintió, no solo al pueblo boliviano, sino al mundo entero”, dijo Morales Ayma en un programa de radio local, donde solicitó una investigación independiente sobre la acción militar.
Asimismo, apoyó la acusación del exgeneral Juan José Zúñiga, quien supuestamente lideró el intento de golpe y afirmó que el mandatario lo había traicionado. Este militar dijo que el presidente le había dicho: “La situación está muy jodida, muy crítica. Hay que preparar algo para levantar mi popularidad”.
Por ahora, Zúñiga y otros dos oficiales enfrentan cargos por terrorismo y alzamiento armado, junto con ellos se encuentran detenidos otros 18 militares activos, en retiro y civiles, por el fallido golpe de Estado. Estas personas podrían recibir una condena de hasta 20 años de prisión, según la fiscalía.
La ministra presidencial María Nela Prada respondió a las acusaciones en la televisión estatal, advirtiendo a Morales Ayma que no se convierta en un “instrumento del imperialismo”.
Ella denunció a la “derecha fascista” por intentar “distorsionar la historia” y criticó al expresidente por su fluctuación ideológica en torno a los golpes de Estado.
A pesar de las tensiones, el expresidente aún mantiene una gran influencia en Bolivia, especialmente entre los cultivadores de coca y los sindicatos. Por otro lado, Arce Catacora enfrenta un creciente descontento mientras el país lidia con una crisis económica.
Morales Ayma renunció en 2019 a la titularidad del poder ejecutivo en medio de disturbios tras postularse para un tercer mandato inconstitucional, un evento que él califica como un golpe de Estado.
El incidente de 2019 llevó a la conservadora Jeanine Áñez a asumir brevemente la presidencia, un periodo controversial que culminó con su condena a 10 años de prisión por asumir ilegalmente el cargo.
En 2020, Morales apoyó a Arce como candidato de su partido Movimiento al Socialismo (MAS), pero su relación se deterioró cuando el expresidente regresó del exilio y anunció su intención de competir contra él en las elecciones de 2025.