El Comando Estratégico Operacional de Lucha Contra el Contrabando (CEO-LCC) logró comisar un camión cargado con mercadería ilegal en Sabaya, Oruro, durante un operativo conjunto, pese a sufrir el ataque de contrabandistas que lanzaron piedras, petardos y cachorros de dinamita; el vehículo fue incautado con una afectación de Bs 420.000.
“Ellos (los contrabandistas) actúan para recuperar su mercancía, aún a costa de la vida; entonces, la fuerza militar emplea los agentes químicos, pero si este mecanismo no resulta, lo que se hace es exfiltrar del lugar”, explicó el viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Luis Velásquez, en una entrevista en el programa Que No Me Pierda.
Relató que, cuando se realizaba el comiso, el pasado lunes, la población se reunió en gran cantidad, lanzando cachorros de dinamita y piedras, logrando impactar en un vehículo del CEO-LCC y causando daños materiales, por lo que se procedió a la exfiltración (salir del territorio enemigo).
La autoridad mencionó que el CEO-LCC, al momento de realizar un comiso, tiene la facultad de destruir la mercancía cuando está en riesgo que el contrabandista pueda recuperarla; sin embargo, no se llevó a cabo dicha maniobra, porque se encontraban en el área urbana de Sabaya, por lo que se procedió a incautar el vehículo que transportaba la mercancía de contrabando, momento en el que se desató una persecución con algunos pobladores, dañando varios motorizados oficiales.
En medio de las agresiones, una persona fue aprehendida con fines investigativos.
“Normalmente, en el accionar de los contrabandistas, ellos tienen la capacidad (económica) de conseguir delincuentes, que se prestan para defender lo ilícito”, indicó Velásquez.
El camión fue trasladado a la Aduana Nacional (AN) de Oruro, con una afectación al contrabando de Bs 420.000, aproximadamente.
Según el reporte, efectivos militares del CEO-LCC interceptaron una volqueta con mercadería ilegal, durante el operativo conjunto con la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) “Huachacalla”, en una revisión protocolar con la presencia de un Fiscal de Aduanas, en las viviendas de la localidad.