Durante su homilía dominical, el arzobispo de Santa Cruz, monseñor René Leigue, advirtió que Bolivia atraviesa tiempos "muy catastróficos", marcados por la pobreza, la escasez de alimentos y las consecuencias de la destrucción de la naturaleza.
Según Leigue, los incendios recientes, que afectaron más de 10 millones de hectáreas, han desencadenado una crisis que afecta a todos los sectores de la sociedad.
El prelado criticó la falta de responsabilidad colectiva, señalando que gran parte de los desastres naturales actuales son provocados por la acción humana.
"Vemos tanto desastre natural, y no es porque Dios lo quiera, sino porque nosotros estamos destruyendo la naturaleza", afirmó.
Además, advirtió sobre el impacto en cadena de problemas como la falta de combustible, que afecta la producción agrícola y, en última instancia, la disponibilidad de alimentos. "Si no hay producción, los alimentos van a faltar. De eso estamos seguros", enfatizó.
Leigue instó a la población a asumir su responsabilidad y buscar soluciones conjuntas para superar la crisis.
Asimismo, pidió mantener la fe y la esperanza en Dios como guía en medio de las adversidades.
"El Señor nos dice: el cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán", recordó, exhortando a la reflexión y al compromiso para enfrentar los desafíos actuales.