El periódico La Voz de Wilson Sahonero se ha convertido en vocero de la extrema derecha del masismo y de Evo Morales, por eso emite una serie de publicaciones falsas e inexistentes contra el desarrollo de Cochabamba, dañando la dignidad de la Llajta, comento el sociólogo, Juan José Ayaviri, segun publico el periodico digital, www.espectadorbolivia.com
Wilson Sahonero estaría pagando una fuerte factura política a Evo Morales, porque este señor tiene acusaciones en temas de narcotráfico, trata y tráfico de mujeres. La Voz es un periódico que difunde noticias que provocan confrontación y odio contra autoridades y personalidad de la región, acoto.
La guerra sucia del señor Wilson Sahonero es para salvarse de varios procesos judiciales que soportan, especialmente narcotráfico, trata y tráfico de personas. Evo Morales y sus diputados y senadores usan este medio para tergiversar la buena administración municipal.
Ayaviri, menciono que un medio de comunicación no puede estar al servicio de los políticos. “Las publicaciones de La Voz solo busca perjudicar el desarrollo de Cochabamba. Evo Morales es quien da línea de publicaciones contra el progreso de la Llajta. El dirigente chapareño tiene mucho odio a Cochabamba por eso hace publicar noticias falsas y alarmistas, puntualizo.
El politólogo cochabambino, recordó que la Código nacional de ética periodística de Bolivia señala lo siguiente:
Las y los propietarios de los medios públicos y privados, directores, editores, periodistas, trabajadores que tengan que ver con las tareas informativas no deben difundir informaciones falsas ni tendenciosas ni guardar silencio, parcial o total, sobre hechos noticiosos, segui la Ética Periodística.
Los periodistas no pueden engañar, sobornar, intimidar, presionar –mediante persecución, amenaza o cohecho—a sus fuentes, ni recurrir a dispositivos no autorizados para obtener información.
También está prohibido invadir la privacidad de las personas; fotografiando, grabando o filmando, cuando se les haya solicitado no hacerlo y hacer apología del delito, ni emitir juicio anticipado sobre personas acusadas.