En la ciudad de El Alto fue hospitalizado de urgencia un niño de 12 años por ingerir organofosforados, productos químicos empleados comúnmente para el control de plagas. El suceso, que ha conmocionado a la comunidad local, se originó a raíz de la imitación de un acto visto en una serie de televisión.

Según el informe proporcionado por la fuerza anticrimen, el niño en cuestión consumió este peligroso químico debido a su deseo de emular una acción que había observado en una serie de televisión, donde otro menor se aventuraba a ingerir una sustancia similar.

La curiosidad llevó al pequeño a tomar una decisión arriesgada que tuvo graves consecuencias para su salud.

Cuando comenzó a sentirse mal, el niño tuvo la sensatez de buscar ayuda de inmediato y se comunicó con sus familiares. Estos, en un acto de valentía y prontitud, lo trasladaron rápidamente a un centro médico cercano, tomando medidas cruciales para salvar su vida. El subjefe de la fuerza anticrimen, el coronel Jorge Sologuren, compartió detalles sobre este incidente y destacó la rápida respuesta de la familia.

Afortunadamente, el niño afectado se encuentra en una condición estable y, según informaciones difundidas por Cadena A, está fuera de peligro. No obstante, este incidente sirve como un recordatorio impactante de la importancia de la vigilancia y la educación en el hogar.

El jefe policial, el coronel Sologuren, emitió una recomendación crucial a todas las familias, instándolas a no dejar sustancias peligrosas, como organofosforados, lavandina o soda cáustica, al alcance de los niños. La prevención es fundamental para evitar tragedias similares, y es responsabilidad de los adultos garantizar la seguridad de los más jóvenes en nuestros hogares.

Este incidente debe servir como un llamado de atención para todos nosotros, recordándonos la importancia de mantener productos químicos peligrosos fuera del alcance de los niños y de educar a nuestros hijos sobre los riesgos asociados con la imitación de comportamientos vistos en los medios de comunicación. La salud y el bienestar de nuestros niños son responsabilidad de todos.