El ministro de Justicia del Paraguay, Angel Barchini, desmintió las informaciones divulgadas por la Policía de Bolivia que señalan una presunta conversación suya con Sebastián Marset, actualmente prófugo por narcotráfico, para ser asistido durante su detención en Dubái.
«Yo nunca escribí un mensaje. Nunca prometí nada. Nunca recibí ningún pedido de nadie para que le ayude o perjudique», dijo en la conferencia de prensa convocada este viernes. El ministro no descarta que se trate de un montaje.
Barchini informó que se encontraba con el presidente Santiago Peña durante su jornada de Gobierno en Itá. «Me dijo Peña ‘es parte del ataque que te están haciendo’ y vamos continuar firme en nuestra lucha contra el crimen organizado», puntualizó.
La Policía de Bolivia detuvo este jueves 16 al piloto de la estructura de tráfico de drogas de Marset. En el allanamiento fue incautada una memoria USB con imágenes del mismo celebrando su cumpleaños en Paraguay, de su vida en Bolivia y en Emiratos Árabes Unidos, y entre los archivos se encontró una captura de pantalla de un mensaje supuestamente enviado por Ángel Barchini, quien era embajador concurrente ante Qatar, ofreciendo su ayuda a Marset cuando fue detenido.
El ciudadano uruguayo fue detenido en septiembre de 2021 en el aeropuerto de Dubái con un pasaporte de contenido falso de Paraguay. «Era una persona con código rojo», dijo este viernes Barchini y afirmó que su única comunicación fue por canales oficiales informando a la Cancillería paraguaya sobre la detención de quien se creía era ciudadano paraguayo.
Acusado de liderar esquema de narcotráfico
El ahora prófugo de la justicia permaneció recluido en Qatar bajo la acusación de utilizar un documento paraguayo con contenido falso. Durante las gestiones de su defensa, Marset obtuvo un pasaporte uruguayo y fue absuelto de la acusación y liberado en febrero de 2022. Ese mismo mes inició en Paraguay el operativo «A Ultranza Py», que se convirtió en el mayor operativo contra una estructura dedicada al tráfico y lavado de dinero, de la que Marset está acusado ser uno de los líderes.
En Uruguay, la entrega del pasaporte derivó hace unas semanas en la renuncia del canciller, del ministro del Interior y del asesor de comunicación, entre otros funcionarios del gobierno de Luis Lacalle Pou.
Sebastián Marset fue visto por última vez en Bolivia y continúa prófugo de la Justicia en Paraguay y Brasil, cuenta con órdenes de captura internacional de la Interpol y la Europol, y es requerido por la DEA de Estados Unidos.
El operativo «A Ultranza Py» detectó un esquema de tráfico de cocaína en contenedores de exportación, con cargas que salían desde Paraguay por el puerto de Montevideo rumbo a países de Europa. Marset también está acusado de traficar cocaína a países de África y Asia utilizando el mismo método.
Ante publicaciones periodísticas que deslizan una supuesta complicidad o ayuda brindada al prófugo de la justicia, el uruguayo Sebastián Marset, aclaro enfáticamente, una vez más, que no di ayuda alguna, nunca hablé ni conozco al mencionado prófugo de la justicia.
Tuve conocimiento por la prensa que el uruguayo Sebastián Marset buscó ayuda del entonces embajador paraguayo en el Estado de Qatar, cargo que desempeñaba, tras su detención en Dubái en el año 2021.
Efectivamente, buscó asistencia en la Embajada, pero no se le dio debido a que no correspondía. En ese tiempo nadie tenía conocimiento de quién era ni sus antecedentes.
La Embajada del Paraguay en Qatar, al frente de la cual estaba, tomó conocimiento en setiembre del 2021 que había un supuesto ciudadano paraguayo detenido en Dubái. Ante este hecho, instruí a nuestro cónsul a viajar para interiorizarse del caso.
En Dubai, el cónsul paraguayo confirmó que la detención de Marset era por portar un pasaporte paraguayo falso, y mediante intercambio de notas con la Cancillería Nacional, se reveló que el número de pasaporte paraguayo que usaba el hoy prófugo correspondía a otra persona y que en realidad era ciudadano uruguayo.
Familiares de Sebastián Marset insistentemente solicitaron asistencia consular a la Embajada del Paraguay, pero tras conocerse el motivo de su detención y de su nacionalidad se les informó qué tal asistencia no correspondía y se les facilitó los contactos con la embajada de la República Oriental del Uruguay.
Rechazo categóricamente cualquier intento de vincularme con la comisión de un hecho ilícito ni la asociación con personas de dudosa reputación. Podrán cuestionar mis posiciones o preferencias políticas, pero nunca mi integridad. Mi gestión pública y privada son de público conocimiento.
Considero que todos estos hechos y ataques que vengo recibiendo obedecen exclusivamente a la gestión que estamos emprendiendo desde el Ministerio de Justicia para enfrentar al crimen organizado transnacional y sus vinculaciones con diferentes sectores de la sociedad.
Nada ni nadie logrará torcer la voluntad y la decisión de hacer lo que se tiene que hacer para contribuir con la seguridad ciudadana y el bienestar de la población.