Las penas por delitos relacionados con la pedofilia varían según el país, pero en general, este tipo de delito es severamente castigado a nivel global debido a la gravedad de la agresión hacia menores.
En la mayoría de los países, además de la pena de prisión, las personas condenadas por delitos de pedofilia enfrentan el estigma social y son vigiladas después de su liberación para evitar reincidencias. En muchos casos, los gobiernos también han implementado programas de tratamiento y castración química como medidas preventivas adicionales.
Casi todos los países asumen medidas drásticas con los abusadores de menores, pero en Bolivia el delito de pedofilia o estupro es sancionado con medidas relativamente insignificantes.
En Bolivia las leyes señalan: “ARTÍCULO 309. (ESTUPRO) Quien, mediante seducción o engaño, tuviera acceso carnal con persona de uno y otro sexo mayor de catorce (14) y menor de dieciocho (18) años, será sancionado con privación de libertad de tres (3) a seis (6) años”.
El estupro es un delito sexual que ocurre cuando una persona adulta tiene relaciones sexuales con un menor de edad, el cual no ha alcanzado la edad de consentimiento legal. La víctima da su consentimiento para el acto a base de engaños, chantajes o abuso de superioridad sobre aquella persona.
En Estados Unidos las penas para la pedofilia son muy severas y varían según el estado, pero pueden incluir largas condenas de prisión (a menudo entre 10 y 20 años o más), registro como delincuente sexual de por vida, y supervisión tras la liberación. Algunos estados permiten la castración química como parte del tratamiento para delincuentes sexuales reincidentes.
En el Reino Unido las condenas pueden ir desde varios años de prisión hasta cadena perpetua en casos graves. Además, los condenados deben registrarse como delincuentes sexuales y son monitoreados de cerca.
En Alemania las penas suelen incluir de 5 a 15 años de prisión. Alemania también ha implementado la castración química voluntaria como una opción para algunos delincuentes, junto con programas de rehabilitación.
En Francia las penas por delitos de abuso sexual infantil pueden incluir hasta 20 años de prisión en casos graves, y los reincidentes pueden enfrentar cadenas perpetuas. Francia también ha adoptado la castración química como medida en algunos casos.
En Arabia Saudita en casos extremos, los delitos de abuso infantil pueden ser castigados con la pena de muerte. Arabia Saudita tiene una política de tolerancia cero hacia este tipo de crímenes.
En Japón las condenas suelen ser de 5 a 15 años de prisión. Japón ha endurecido sus leyes para castigar con más severidad a los depredadores sexuales y ha implementado medidas de rehabilitación y control.
En Australia las penas varían según el estado, pero en general, los culpables pueden enfrentar hasta 25 años de prisión. Además, existe un sistema de registro de delincuentes sexuales para monitorear a los condenados.