La Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Cochabamba, recuerda 50 años de la dictadura Banzerista, después de haber recuperado la democracia de manos de los exponentes actuales de las dictaduras del pasado la democracia y el proceso de cambio, y que es fruto de las luchas del pueblo boliviano, y de las organizaciones indígenas, campesinas y populares.
El 21 de agosto de 1.971, el dictador Banzer y los partidos de derecha, el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), la Falange Socialista Boliviana (FSB), propiciaron el golpe de estado contra el régimen progresista del Gral. Juan José Torres, y bajo la estrategia del “Plan Cóndor”, diseñado por el Gobierno de Estados Unidos, a través del Departamento de Estado, y esto fue parte de una ola de gobiernos de facto, que se instauraron en América Latina, y que ejecutaron la represión a los movimientos populares revolucionarios y de izquierda.
Pese al tiempo transcurrido, las heridas del golpe de Estado del 21 de agosto de 1971, está latente, los asesinatos, exilios, torturas, desapariciones, violaciones a los derechos humanos, el saqueo de nuestros recursos naturales, la entrega de tierras fiscales a extranjeros, la elevación de nuestra deuda externa, los actos en contra de nuestra soberanía, ni siquiera la muerte del dictador Banzer, ha cerrado las secuelas del nefasto golpe de estado. El líder Socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz, sentó en el banquillo de los acusados, no solamente a Banzer, sino a toda una clase, la “COSA NOSTRA MILITAR EMPRESARIAL”.
Al presente las expresiones o herederos de dicho legado político, se precian de hablar de democracia, de ser defensores de los derechos humanos y abanderados de la defensa de los intereses populares, y uno de sus exponentes es Tuto Quiroga, conjuntamente a Camacho, Doria Medina, Meza, y otros, que están vinculado a los sectores más reaccionarios del país, y que propiciaron la interrupción del proceso democrático el año 2019.
Si bien nuestro sistema democrático, se acerca a cumplir las cuatro décadas de vigencia, por lo sucedido en este último tiempo, es notorio que los herederos de las dictaduras, siguen actuando, aún falta mucho para consolidar el sistema democrático y el respeto a los derechos humanos; lo cierto es que los intereses de las élites de poder político y económico, soliviantadas por el gobierno norteamericano, no admiten bajo ningún punto de vista que un pueblo pueda, por sí mismo, decidir la construcción de su historia y de su destino.
Pareciera que en nuestro país la historia se repitiera, unas veces como tragedia, otras como comedia, ambas dimensiones hoy están presentes cuando el pueblo boliviano, se entera, día a día, de los pormenores del golpe de estado de noviembre de 2019, la participación y apoyo de gobiernos reaccionarios, enviando material bélico para reprimir protestas sociales y el apoyo económico y logístico por parte de minorías, que heredaron y fueron privilegiadas con la dotación de tierras y apoyo económico en gobiernos dictatoriales y gobiernos neoliberales.
La Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Cochabamba, y las organizaciones populares y revolucionarias de nuestro país, rinden su homenaje a los caídos en las dictaduras y conflictos sociales, y reafirmar nuestra convicción y compromiso de cerrar el paso a toda iniciativa golpista, reaccionaria y fascista, y planteamos, la profundización de la democracia, por ser la mejor forma de gobierno, con justicia social, y con plena vigencia de los derechos humanos. (Texto abogado Edwin Claros)