Cochabamba, 5 de abril de 2025 – La reciente fractura del bloque político informalmente conocido como “La Juntucha”, compuesto por figuras tradicionales como Samuel Doria Medina y Jorge Tuto Quiroga, ha generado un nuevo remezón en el tablero político boliviano. La falta de acuerdo sobre un mecanismo democrático —como encuestas— para definir una candidatura única ha profundizado la crisis de credibilidad entre estos actores.
Mientras las viejas estructuras de la oposición se fragmentan, una figura comienza a destacarse por fuera del conflicto: el actual alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, quien en los últimos tres años ha consolidado una gestión enfocada en obras, orden y desarrollo urbano.
A diferencia de otros políticos de larga data, Reyes Villa ha mantenido distancia de los discursos polarizantes y ha enfocado su trabajo en resultados tangibles.
Su estilo ejecutivo, su recuperación de apoyo ciudadano y su independencia frente al MAS y a la oposición tradicional lo perfilan como una posible opción presidencial con respaldo popular.
“El país está cansado de peleas entre políticos que no ofrecen soluciones. Manfred ha demostrado que se puede trabajar sin hacer show ni confrontación”, opinó un analista político local.
Diversos sectores ya empiezan a mencionar su nombre como alternativa para las elecciones de 2025, especialmente ante el vacío que deja la fragmentación de los partidos tradicionales.
Reyes Villa aún no ha confirmado públicamente su intención de postular a la presidencia, pero su proyección nacional es cada vez más evidente. En un contexto donde la ciudadanía busca gestión, renovación y estabilidad, su figura cobra fuerza.