A pocas horas de la transmisión de mando presidencial, el corazón político de Bolivia comienza a transformarse. La plaza Murillo, amaneció fuertemente resguardada, efectivos policiales y equipos tácticos ejecutan un operativo sin precedentes. Más de 4.000 policías custodiarán la ceremonia en la que Rodrigo Paz asumirá la Presidencia del Estado.
El subcomandante departamental de la Policía de La Paz, coronel Andrés Paz, informó que el resguardo inició a las 00h00 de este sábado, el ingreso quedó totalmente restringido. Solo podrán acceder personas autorizadas o acreditadas por la Cancillería.
“El Comando Departamental de la Policía está desplazando más de 4.000 efectivos en toda la ciudad de La Paz. Se ejecuta una orden de operaciones especial. Ninguna persona, no acreditada, podrá ingresar ni estacionar vehículos en el área restringida”, explicó la autoridad.
El despliegue policial fue diseñado “de manera responsable y prolija” tras reuniones entre el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Comando Policial.
Además de los anillos de seguridad en el centro paceño, el plan incluye rutas seguras desde el Aeropuerto Internacional de El Alto hasta el Kilómetro 0, por donde transitarán las delegaciones internacionales y las autoridades electas.
Para reforzar la vigilancia, la Policía Boliviana activará drones, cámaras de seguridad y un sistema de videovigilancia conectado al Bol-110, que permitirá seguir en tiempo real el movimiento de vehículos y peatones.
“La tecnología será un apoyo fundamental para garantizar una respuesta inmediata ante cualquier eventualidad”, señalaron fuentes del Viceministerio de Régimen Interior y Policía.
Desde la calle Comercio hasta la Ayacucho, pasando por la Junín y los accesos a la Casa Grande del Pueblo, el movimiento será intenso.
Los uniformados revisarán equipos, por lo que ajustaron cascos y afinaron sus radios.
En las azoteas y esquinas, los agentes de la UTOP e Inteligencia toman ya sus posiciones.
Todo está planificado para la ceremonia histórica.
El operativo especial acompañará el acto en el que Rodrigo Paz jurará como Presidente del Estado, junto a Edmand Lara como Vicepresidente.
A la ceremonia asistirán mandatarios y representantes de distintos países, por lo que se activaron estrictos protocolos de seguridad diplomática y de control de tránsito en los accesos principales al centro de La Paz.
Mientras la plaza Murillo se viste de tricolor y se alistan las tribunas para los invitados, el ambiente es de expectativa y disciplina.
La Policía Boliviana despliega su máxima capacidad operativa para garantizar que la jornada transcurra con orden, seguridad, marcando el inicio de una nueva etapa en la historia política que ahora está cargada de esperanza.
