La agrupación Jallalla no se da por vencida en sus medidas contra el gobernador de La Paz, Santos Quispe, a quien acusa de “traidor” por romper el pacto que tenían.
Integrantes de esa organización política tienen un piquete de huelga de hambre con amenaza de radicalizar la medida, mientras que su líder Leopoldo Chui persiste con declaraciones públicas en contra de la autoridad departamental y sus aliados.
“Si a nosotros que le hemos puesto en el trono ahora nos ha decepcionado, ¿qué puede hacer para el departamento de La Paz?”, cuestionó Julián Chura, integrante de la huelga de hambre ubicada en la plaza San Francisco.
El huelguista dijo que más de 60 personas están en el piquete y que se espera que más lleguen desde las provincias. Señaló que están dispuestos a crucificarse, tapiarse y hasta cocerse los labios en la protesta.
Pidió por favor que el hijo del Mallku respete el acuerdo con la agrupación.
El portavoz de Jallalla, Jesús Chura, también denunció que existe amedrentamiento de parte de la Policía a los huelguistas. Enfatizó que es que una lucha orgánica que rechaza la formación de una “rosca” en la Gobernación.
El hijo de Felipe Quispe está más de una semana en el cargo y enfrenta su primer conflicto político. Es observado también porque su esposa fue elegida asambleísta departamental, lo que consideran una falta ética.