A casi un cuarto de siglo de la promulgación de la ley 1970 de 25/Mar/99, más conocida como Código de Procedimiento Penal (CPP) el problema central de la justicia penal boliviana no logra ser solucionada, los procesos siguen durando años en su tramitación y cada vez son más los procesos en trámite y siempre son menos las causas resueltas con calidad de cosa juzgada.
Se está haciendo inalcanzable la justicia para las víctimas y afectados; para dar solución a este mal, el Legislador Boliviano desde siempre apostado por introducir modificaciones al CPP de las cuales a manera de ejemplo citamos:
La Ley 264 de 31/Jul/12 Ley de Seguridad Ciudadana, Ley 586 de 30/Oct/2014 Ley de Descongestionamiento y Efectivización del Sistema Penal. Ley 1173 de 03/May/1999, Ley de Abreviación Procesal Penal y de Fortalecimiento de la Lucha Integral contra la Violencia a Niñas, Niños, Adolescentes y Mujeres. Ley 1443 de 04/jul/22 Ley de Protección a las Víctimas de Feminicidio, Infanticidio y Violación a Niña, Niño o Adolescente, modificaciones que pueden ser resumidos en reiterados intentos de mejorar la Justicia buscando agravar las penas, agilizar el proceso reducir plazos procesales, otorgar mayor protección a cierta parte de la población como niñas, niños, adolescente y a la mujer; mismas que siendo optimistas podría decirse han cosechado ciertos aciertos en favor de la justicia, más sin embargo no solucionaron el problema de la Mora Judicial.
E mal principal que aqueja a nuestra justicia, por lo que puede sostenerse que estas modificaciones han sido simples intentos de mejorar la justicia; empero, de ninguna manera atacaron al problema mayor del sistema judicial de Bolivia “la Mora Judicial”, porque las estadísticas señalan que esta no disminuyó, para explicar elocuentemente esta tesis tomaremos como muestra la realidad judicial de Quillacollo, una ciudad de una extensión superficial de 597 km2, el que según el censo del año 2.012 contaría con 138.988 habitantes, consiguientemente con una densidad poblacional de 250 hab/km2 y según proyecciones del INE para el 2.017 se tenía la proyección de 158.264 habitantes, lo que a su vez arrojaba una densidad poblacional de 260 habitantes por km2, si a estos datos agregamos que Quillacollo en el área penal al presente cuenta con 3 juzgados cautelares, 4 juzgados de sentencia y 2 Tribunales de Sentencia, dando el total de tan solo 9 oficinas para atender a más de 158.264 ciudadanos.
Estas cifras nos muestra que en Quillacollo hay una unidad judicial o Juzgado para cada 17.584 ciudadanos aproximadamente, estas cifras muestran que el mal de la demora procesal nunca se ocasionó en el CPP, prueba de ellos es que ninguna modificación, ni todas juntas hicieron desparecer a la morada judicial, por eso de una vez por todas debemos entender que el mal no está en la ley, está en la desproporcionalidad de los habitantes con relación a los litigios y de éstos con relación a la cantidad de jueces que se destinan para solucionar el problema de esta masa de habitantes y es por esta desproporcionalidad, que la realidad de nuestro sistema penal muestra que en los anaqueles de los juzgados y Tribunales.
Cada vez se ve más y más procesos durmiendo el sueño de los justos y que también cada vez son más los nuevos procesos instaurados y siempre son menos los casos resueltos, entonces será que las diferentes modificaciones hechas al CPP han remediado el mal?, necesitamos aplicar otras alternativas?, otra es la solución?.
Definitivamente sí, la solución no está en seguir modificando cada vez el CPP, tampoco está en promulgar un nuevo CPP, de igual manera la solución no está en crear o promulgar una perfecta ley, la solución está en dar los medios humanos, logísticos suficientes a la ley; es por eso que el mal nunca ha estado en la misma ley o dentro de ella, el mal siempre ha estado fuera de ley, el cáncer de la mora judicial no la ha causado la misma ley.
Este cáncer ha sido causado por la carencia de recursos humanos y medios logísticos; de consiguiente el Gobierno y el Legislador deben cambiar de estrategia curativa y entender que la medicina, la solución al mal de la Mora Judicial está en inyectar primero mayor presupuesto al Sistema Judicial para con ello proporcionalizar la cantidad de servidores públicos o recursos humanos acordes a la cantidad poblacional de cada ciudad, provincia, Municipio del país creando mayores Juzgados, Tribunal, personal de apoyo, dotándoseles de medios informáticos, logísticos y, en la medida que se creen más Juzgados, Tribunales, en esa medida se irá extinguiendo la Mora Judicial.
Richard Cruz Vargas