Inundaciones, deslizamientos y el desborde de ríos dejaron a cientos de familias sin hogar y provocaron víctimas fatales. La temporada de lluvias en Bolivia genera una emergencia en distintos departamentos del país.
En Santa Cruz, el río Grande, en Puerto Pailas, se desbordó tras una crecida extraordinaria de 3,5 metros. La fuerza del agua obligó a evacuar al menos seis viviendas y provocó la pérdida de cultivos. En la capital cruceña, varios barrios quedaron bajo el agua, afectando a decenas de familias.
El departamento del Beni también enfrenta una crisis. En Rurrenabaque, el río Beni se salió de su cauce e inundó el pueblo, lo que llevó a la declaratoria de desastre. En Reyes, unas 250 familias de siete comunidades quedaron completamente anegadas, sin acceso a alimentos ni servicios básicos.
En La Paz, la lluvia provocó deslizamientos en la zona sur. En Chasquipampa, un derrumbe sepultó una vivienda, causando la muerte de un hombre de 59 años. Otras doce casas fueron destruidas, dejando a varias familias sin hogar.
Cochabamba también sufre los efectos del temporal. En Ivirgarzama, muchas personas tuvieron que abandonar sus viviendas debido a las inundaciones.
Además, los derrumbes en la carretera que conecta el departamento con el occidente del país dejaron incomunicadas a varias zonas y afectaron el tránsito de pasajeros y transportistas.
Según el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, las lluvias impactaron a 170.805 familias, de las cuales 58.922 están damnificadas, sumando un total de 229.727 familias afectadas en los nueve departamentos del país.
Las autoridades emitieron alertas y piden a la población mantenerse alejada de zonas de riesgo, ya que las lluvias continuarán en los próximos días, aumentando la posibilidad de nuevos desbordes y deslizamientos.