El escenario político de cara a las elecciones nacionales previstas para agosto comienza a definirse con movimientos inesperados y decisiones estratégicas que dejan a algunos actores fuera de la contienda.
Tal es el caso de Jorge "Tuto" Quiroga, expresidente de Bolivia, quien quedaría al margen del proceso electoral luego de que el Frente Revolucionario de Izquierda (FRI), partido por el que postulaba, decidiera mantener su alianza con Comunidad Ciudadana (CC), encabezada por Carlos Mesa.
Según fuentes cercanas al FRI, no se logró consolidar una candidatura independiente de Quiroga debido a los compromisos políticos previos con la alianza CC. Esto limita las opciones del exmandatario, quien ya había comenzado a hacer apariciones públicas con un discurso crítico hacia la actual coyuntura política y los partidos tradicionales.
En medio de esta situación, una nueva polémica se desató con las declaraciones de Gualberto Cusi, exmagistrado del Tribunal Constitucional y figura política vinculada a sectores críticos del sistema judicial boliviano. En una conferencia de prensa, Cusi pidió la suspensión de las elecciones, argumentando falta de garantías democráticas y una creciente desconfianza en las instituciones electorales.
Su pedido fue interpretado por algunos analistas como un intento desesperado de influir en el curso del proceso electoral, aunque sin un respaldo político real ni jurídico.
La solicitud de Cusi no ha tenido eco en las autoridades electorales, que hasta el momento mantienen el calendario electoral sin modificaciones.
Desde el Tribunal Supremo Electoral (TSE) se ha reiterado el compromiso con unas elecciones transparentes y se ha descartado cualquier posibilidad de postergación.
Por su parte, Tuto Quiroga no ha emitido aún un pronunciamiento oficial sobre su exclusión del proceso, aunque se espera que en los próximos días fije una posición clara.
En anteriores oportunidades, ha cuestionado tanto al MAS como a los bloques opositores por su falta de renovación y coherencia, por lo que no se descarta que adopte un rol más crítico desde fuera del escenario electoral.
Con este panorama, la carrera electoral se redefine y los principales frentes políticos consolidan sus estructuras, mientras figuras como Quiroga parecen quedar relegadas, al menos en esta etapa del proceso.
