A pocas horas de las elecciones generales en Bolivia, el Gobierno y la Alianza Unidad protagonizan un fuerte cruce de acusaciones en torno a un presunto caso de fraude electoral.
El candidato de la Alianza Unidad, Samuel Doria Medina, denunció la existencia de un “plan digitado” que buscaría vincular a su partido con un fraude en los comicios del próximo domingo.
Según el líder opositor, estas acciones pretenden “ensuciar la imagen de Unidad y generar dudas sobre la transparencia del proceso electoral”.
Por su parte, fuentes cercanas al Gobierno rechazaron las acusaciones y aseguraron que se garantizará el respeto al voto ciudadano, calificando de “infundadas” las declaraciones de Doria Medina.
El intercambio de señalamientos eleva la tensión política en el país, donde más del 30 por ciento de la población, según encuestas recientes, aún no define su voto. Analistas advierten que las elecciones estarán marcadas por la incertidumbre y la atención de observadores internacionales.
En declaraciones a los medios de comunicación, Doria Medina aseguró que sectores vinculados al Gobierno pretenden generar un escenario de deslegitimación hacia su alianza, instalando sospechas infundadas sobre una presunta manipulación del proceso electoral.
“Se está preparando un libreto político para dañar la imagen de Unidad y poner en duda la transparencia de nuestra participación en los comicios. No permitiremos que se manche la voluntad popular con acusaciones falsas”, manifestó el candidato.
El líder opositor pidió a las autoridades competentes garantizar un proceso electoral transparente, imparcial y sin presiones políticas. Asimismo, convocó a la población y a los observadores internacionales a mantenerse vigilantes durante la jornada de votación del próximo domingo.
La denuncia de Doria Medina se suma a un ambiente político ya marcado por la incertidumbre y el escepticismo ciudadano.
Analistas consideran que estas tensiones reflejan la desconfianza generalizada hacia el sistema electoral y anticipan que la jornada del domingo estará cargada de expectativa y atención internacional.
El Gobierno nacional rechazó este sábado las acusaciones lanzadas por la Alianza Unidad, del candidato Samuel Doria Medina, que denunció la supuesta existencia de un “plan digitado” para vincular a su partido con un fraude electoral en las elecciones generales del próximo domingo.
En un comunicado oficial, el Ejecutivo calificó de “irresponsables” las afirmaciones de la organización política y exhortó a todas las fuerzas en contienda a actuar con “total y absoluta responsabilidad” en el marco del proceso democrático.
“Lo que explica esa posición de Alianza Unidad es la guerra sucia entre los partidos de la derecha. El Gobierno Nacional no está vinculado con la misma”, señala la nota, en alusión a los cruces de acusaciones entre candidaturas opositoras.
El pronunciamiento oficial enfatiza que no es “sano para la democracia ni para el país poner en tela de juicio un proceso cuyo órgano rector, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), ha demostrado total transparencia y compromiso al cumplir el cronograma originalmente dispuesto”.
Asimismo, recuerda que el Gobierno enfrentó “ataques antidemocráticos” desde el inicio de su gestión, pero ratificó que garantizará la transición política el próximo 8 de noviembre, fecha fijada para la posesión de las nuevas autoridades electas.
En ese marco, el Gobierno expresa su “absoluto respaldo” al TSE y pidió a la población no dejarse sorprender por versiones que -según advirtió- buscan "minar” el camino hacia las elecciones generales.
“Solicitamos a la ciudadanía informarse únicamente por los canales autorizados y legales en torno al ejercicio electoral”, se exhorta en el comunicado.