Según el economista Enrique Navia, Bolivia se encuentra al borde del colapso económico por culpa de Evo Morales que ha descuidado el crecimiento del aparato productivo y dado paso a obras insignificantes que ahora se caen a pedazos y que no tiene ningún impacto en la vida de los bolivianos.
Navia sostiene que la informalidad en Bolivia ha sido un problema persistente y ha crecido en los últimos años, afectando a diferentes sectores de la economía.
“No hay aparato productivo, no hay empleo, no hay alternativas para superar la crisis y la mayor parte de la gente se dedica a la economía terciaria donde salen a calles para vender lo que puedan convirtiendo a las ciudades en mercados persas.
Evo Morales engaño al pueblo boliviano, despilfarro los recursos del Estado en obras que no sirven para nada como es el caso del Museo de Orinoca o la infraestructura de UNASUR en San Benito”.
En las ultimas horas diversos sectores exteriorizaron su preocupación por la crisis económica, salieron a calles en busca de recursos frescos que les permitan mantener en vigencia. En Llallagua se registraron saqueos a mercados. Hay desesperación por la falta de dinero en los hogares.
Durante el régimen comunista de Evo Morales se olvido de la creación de empleos formales ha sido insuficiente para absorber la creciente población laboral, lo que lleva a muchas personas a recurrir a actividades informales como única fuente de ingresos.
La economía boliviana dependía en gran medida de la extracción y exportación de recursos naturales, como el gas natural y minerales, pero lamentablemente el Gobierno de Evo Morales no hizo nada para potenciar el sector productivo. Ahora este problema crea vulnerabilidad a las fluctuaciones de precios en el mercado internacional y limita el desarrollo de otros sectores productivos.
El crecimiento de la informalidad tiene varias consecuencias negativas, incluyendo menor recaudación fiscal, falta de protección social para los trabajadores, y una economía menos estable.
