El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santa Cruz, monseñor Estanislao Dowlaszewicz, afirmó este domingo que la reconstrucción de la democracia en Bolivia “no será tarea fácil” y remarcó que la salida a la actual crisis dependerá de la paciencia y perseverancia. Sus declaraciones replican el mensaje emitido por la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB) durante su encuentro nacional en Cochabamba.
Dowlaszewicz expresó que la Iglesia desea “lo mejor” al nuevo presidente en su labor por el bien común, enfatizando que superar el momento crítico del país “no será responsabilidad de unos cuantos”, sino un trabajo compartido que exige “reconciliación, participación, generosidad, honestidad y transparencia”.
En su homilía, advirtió que la situación actual no permite indiferencia, pues “la patria está destrozada” y requiere esfuerzos conjuntos para encaminar al país hacia una estabilidad socioeconómica, institucional y cultural.
El prelado pidió un “tiempo de serenidad” para avanzar en el proceso de cambio estructural e insistió en la importancia de abrir espacios de diálogo, consenso, respeto y encuentro fraternal.
Señaló que los momentos de sufrimiento y dificultad también pueden transformarse en oportunidades para dar testimonio profundo de fe, siempre que exista perseverancia y constancia para no caer en la desesperación cuando el entorno parece derrumbarse.
Dowlaszewicz recordó que muchas personas atraviesan amenazas y crisis cotidianas –problemas de salud, conflictos familiares, tensiones sociales y pobreza– y llamó a confiar en Dios para enfrentar estos desafíos.
“La crisis que nos golpea, semejante a los terremotos, nos hace entrar muchas veces en pánico. Jesús no promete una vida fácil, pero promete su presencia”, expresó.
Finalmente, mencionó que el llamado al “fin del mundo” del que habla el Evangelio debe entenderse como el fin del mal, del odio, del sufrimiento y del egoísmo.
Citando el mensaje del papa Francisco para la IX Jornada Mundial de los Pobres, celebrada este 16 de noviembre, recordó que “Dios es nuestra primera y única esperanza”, exhortando a los fieles y al país a sostener la esperanza en tiempos de adversidad.



