Cochabamba, Bolivia.— Tras conocerse las nuevas medidas económicas anunciadas por el gobierno de Rodrigo Paz, el líder político Manfred Reyes Villa expresó su profunda preocupación por el rumbo económico del país y por las consecuencias directas que estas decisiones tendrán sobre la población boliviana, en especial sobre los sectores más vulnerables.
Reyes Villa afirmó que el actual gobierno y su alianza política “no tienen ni tuvieron un plan económico serio para enfrentar la crisis”, señalando que Bolivia avanza por “un camino peligroso que conduce al desastre económico”. En ese contexto, cuestionó duramente el incremento en el precio de los combustibles, al que calificó como un gasolinazo encubierto que repercutirá de manera inmediata en el costo de vida de las familias pobres y de la clase media.
“El aumento del precio del diésel y la gasolina afectará al transporte, a los alimentos y a toda la cadena productiva. Al final, quien paga las consecuencias es el pueblo”, sostuvo Reyes Villa, remarcando que estas medidas profundizarán la pobreza y la informalidad.
El líder político recordó que su propuesta económica planteaba una salida distinta a la crisis, basada en la importación directa de diésel y gasolina para reducir su costo hasta aproximadamente 5 bolivianos, como parte de un plan integral de salvación económica orientado a proteger el bolsillo de los bolivianos y reactivar la economía nacional.
Asimismo, responsabilizó a la actual alianza entre Rodrigo Paz y Samuel Doria Medina por la crisis que atraviesa el país, afirmando que el gobierno está “rodeado de personas mediocres, incapaces e ineficientes”, lo que —según dijo— se refleja en decisiones improvisadas y carentes de sensibilidad social.
Reacción social y clima de incertidumbre: Las recientes medidas económicas han generado preocupación, molestia e incertidumbre en distintos sectores de la sociedad. Transportistas, comerciantes, productores y juntas vecinales advierten que el alza de los combustibles podría derivar en incrementos generalizados de precios y en un deterioro mayor de la economía familiar. En redes sociales y espacios públicos se percibe un creciente malestar ciudadano y temor a nuevas protestas.
Frente a este escenario, Reyes Villa hizo un llamado a la responsabilidad y al diálogo: “Esperamos que no exista convulsión social ni enfrentamientos. Bolivia necesita una salida económica más razonable, planificada y pensada en la gente, no medidas que agraven la crisis”.
Finalmente, reiteró la necesidad de un cambio de rumbo económico, con políticas claras, liderazgo responsable y decisiones que prioricen la estabilidad social y el bienestar de la población boliviana.
