Cochabamba, Bolivia.- Durante su participación en el desfile navideño, el alcalde de Cochabamba y líder político Manfred Reyes Villa lanzó duras críticas al Gobierno nacional, al que calificó de antipopular y carente de una estrategia seria para enfrentar la profunda crisis económica que afecta al país.
En ese marco, exigió la derogación inmediata del Decreto Supremo 5503, al considerar que agrava la situación de las familias bolivianas.
Reyes Villa señaló que Bolivia atraviesa uno de los momentos económicos más delicados de los últimos años, caracterizado por el encarecimiento de los carburantes, el alza del costo de vida, la especulación en los mercados y la incertidumbre social.
A su juicio, el Gobierno de Rodrigo Paz no cuenta con un plan de salvación económica ni una visión clara para generar una nueva economía basada en el aprovechamiento responsable de los recursos naturales.
“El país está siendo gobernado sin rumbo. No hay un plan integral para proteger la economía del pueblo ni para reactivar la producción nacional. Las medidas improvisadas solo están castigando a la gente humilde”, afirmó el alcalde cochabambino.
En ese contexto, recordó que como candidato presidencial propuso una solución integral a la economía del país, enfocada en evitar que las decisiones gubernamentales afecten directamente a la población.
Entre sus propuestas, destacó la importación de diésel y gasolina a un costo aproximado de cinco bolivianos, como una alternativa viable para frenar el impacto inflacionario en el transporte, los alimentos y los servicios básicos.
Reyes Villa también condenó la política económica impulsada por el actual Gobierno y la influencia de Samuel Doria Medina en el aparato estatal, señalando que estas decisiones responden a intereses alejados de las verdaderas necesidades del pueblo boliviano.
“Las recetas aplicadas no están pensadas en la gente, sino en pequeños grupos de poder”, sostuvo.
Finalmente, el alcalde advirtió que si no se corrige el rumbo económico, Bolivia podría enfrentar un escenario aún más crítico, con mayores conflictos sociales y un deterioro acelerado del poder adquisitivo. En ese sentido, reiteró la necesidad de medidas estructurales, diálogo sincero y liderazgo con visión de país, para sacar a Bolivia de la crisis y devolver la esperanza a la población.
