El coronel Maximiliano Dávila Pérez, detenido el sábado en el departamento de Potosí cuando intentaba fugarse del país, fue un jefe policial que se mantuvo en cargos estratégicos en los gobiernos de Evo Morales, Jeanine Añez y Luis Arce Catacora, pese a las denuncias que tiene en su contra, según comentaron fuentes policiales allegadas a la investigación.
Apodado al Macho, Dávila Pérez fue detenido la noche del sábado cuando intentaba cruzar la frontera hacia Argentina, por una orden de aprehensión emitida por la Fiscalía que lo investiga por ganancias ilícitas.
En Estados Unidos, Dávila es investigado por la Administración de control de drogas (DEA) bajo la acusación de ser parte de una banda dedicada al tráfico de sustancias controladas en la que también figuran los bolivianos Jorge Roca Suárez (Techo 'e Paja), Alexander Rojas (exjdirector de la Felcn) y Omar Rojas (exmayor de la Policía Boliviana).
El último cargo de Dávila fue el de Comandante departamental de la Policía de Cochabamba que desempeñó noviembre de 2020 hasta marzo de 2021. Antes de esa designación estaba replegado por disposición del Comando General, luego de que el gobierno de Jeanine Añez ordenó su destitución a fines del 2019 por sospechas de narcotráfico en su condición de Director Nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico, FELCN.
El 7 de febrero de 2019 fue designado director nacional de la policía antidroga y permaneció en el cargo hasta la última semana de noviembre del año de la crisis política.
El 26 de octubre de 2019, Dávila, junto al entonces comandante de la Policía, general Vladimir Calderón, participó de la celebración del cumpleaños del expresidente Evo Morales, según se puede ver en fotografías difundidas en Facebook.
El abogado Fernando Medina, hermano del coronel Gonzalo Medina, uno de los enemigos de Dávila, en esa reunión participó Faustino Yucra, el dirigente que, en los días de noviembre, coordina un bloqueo de caminos con Morales.
Sin embargo, días después de su destitución del cargo de Director de la FELCN Nacional y casi un mes después de la celebración del cumpleaños de Morales, en declaraciones a la red Unitel, Dávila reveló que 10 dirigentes cocaleros estaban procesados por narcotráfico y otros 50 eran investigados.
A ese dato se suma el que una fuente allegada a la investigación señala que Dávila hizo contribuciones importantes para mantenerse en el cargo de Director de la FELCN en el gobierno de Añez. “Como era un jefe que tenía vínculos con gente del MAS, el hizo posible el traslado de la familia de Arturo Murillo, que estaba en el Chapare, donde el hotel fue quemado tras los hechos de octubre”, se comentó.
El Machu fue un jefe policial que se sostuvo en sus funciones, a pesar de las denuncias que recibió: el narcotraficante Pedro Montenegro, extraditado a Brasil, el coronel Gonzalo Medina, exdirector de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen de Santa Cruz, y el empresario Wilson Sahonero, propietario del sensacionalista La Voz, son algunas de las personas que se lanzaron directamente contra quien hoy está detenido en La Paz por legitimación de ganancias ilícitas.
En abril de 2019, tras haber sido destituido bajo la acusación de ofrecer cobertura al narco, el coronel Medina acusa a Davila, entonces director nacional de la FELCN, de haber volteado droga valuado en cientos de miles de dólares. “Tienen ustedes la obligación de desenmascarar al verdadero narcotraficante de este pueblo, quien convertido en Director Nacional de la FELCN (Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico) hoy es mi verdugo junto al director destituido de Inteligencia”.
Medina reveló que Dávila recibió un informe, el 15 de abril de 2019, sobre el "volteo" de 35 kilos de droga que presuntamente ocurrió el 29 de marzo. Acusó a efectivos de la FELCN y del Centro Especial de Investigación Policial (CEIP) de cometer el ilícito vestidos con chalecos del Dirección de Análisis Criminal e Inteligencia (DACI), que depende de la FELCC, todo con el fin de hacerlo caer a él.
Una de las supuestas víctimas del caso ocurrido en Villa Warnes, Santa Cruz, en la zona de La Cuchilla, relató que ese grupo policial secuestró 30 “ladrillos” envueltos con cinta adhesiva amarilla. El operativo se hizo sin presencia fiscal. Tras los requerimientos informativos, los uniformados entregaron 20 paquetes, pero que contenían estuco.
“El Coronel Maximiliano Dávila estaba acostumbrado a sembrar droga para extorsionarlos, ahora que no tiene el apoyo de Romero y Evo Morales, van a caer todos”, indicó el abogado Fernando Medina, hermano del coronel Medina.
El 29 de noviembre de 2019, el gobierno de Jeanine Añez entregó a las autoridades brasileñas a Pedro Montenegro, acusado de narcotráfico y cuya extradición fue solicitada por la justicia de ese país mucho antes.
El traficante de drogas dejó una carta notariada en la que identifica una rivalidad personal y de carrera con el coronel Maximiliano Dávila Pérez. “Como hombre formado en derecho sé que mi mejor opción de ser libre es el Brasil, porque lamentablemente en mi país no hay justicia en este caso, por la injerencia política: El Gobierno del MAS atropelló mis derechos humanos y más aun cobardemente persiguió a mi sagrada familia, solo por una rivalidad y de carrera del coronel Maximiliano Dávila Pérez quien no descansó hasta destruir todo lo que tenía a su alcance, y esto por una serie de intereses (…) pero no importa, Dios es justo y de los ojos de él no podemos librarnos, sin embargo el castigo de Dávila Pérez no creo que se de en Bolivia, pero sí estoy seguro que la DEA sí sabrá qué hacer con él y sus subordinados serviles”, indica la primera parte de su carta.
Más antes, el empresario Wilson Sahonero le acusó de extorsión y en el marco de las investigaciones, la Fiscalía prohibió al uniformado salir del país y también pidió que no goce de vacaciones, para garantizar su presencia para que se sustancie el proceso disciplinario.
“Una investigación realizada por las autoridades del orden público identificó a una organización narcotráfico (ONT) que opera en Bolivia, que distribuye cocaína para su importación final a los Estados Unidos, y específicamente al estado de Nueva York”, señala parte del resumen.
El documento de la justicia de EEUU detalla la “acusación formal sellada contra Maximiliano Dávila Pérez, alias ‘Macho’; Omar Rojas Echeverría; John Cahuana Barrientos, alias ‘Peruvian’; Jheyson Montaño Fernández, Herland Montaño Fernández, Rómulo Ramírez Rodríguez”. Señala que el gran jurado presenta la acusación fruto de una investigación de la DEA, desarrollada desde inicios de 2019 en Bolivia, Perú y otros países, y que se espera que varios investigados sean llevados al Distrito Sur de Nueva York para su juzgamiento por tráfico internacional de drogas.
Hace dos meses, Maximiliano Dávila Pérez y Alexander Rojas Echeverría fueron pasados a la reserva activa, pero en la administración de Luis Arce, fueron ascendidos y delegados a cargos importantes.
La Fiscalía Departamental del Beni, entonces dirigida por Martha Mejía, informó que tiene dos casos ocurridos en 2019 relacionados con el cobertura al narcotráfico ocurrido en Guayaramerín. El dato surgió luego de que en enero de 2020 se conoció el caso del narcojet, que tiene que ver con la captura en Méxicode una aeronave con matrícula boliviana con una tonelada de cocaína.
El departamento de Beni es utilizado como una ruta para transportar droga procedente de Perú, y cuyo destino es Brasil y Paraguay, con el objetivo de trasladar la cocaína a Europa, mediante un puente aéreo armado por narcotraficantes. Para ello se utilizan avionetas que pasan por diferentes aeropuertos (legales y clandestinos) de esta región, de acuerdo con investigaciones policiales. “Pedí un informe a los fiscales de Guayaramerín para tener a detalle qué pasó con estos casos y en qué andan las indagaciones, debemos tener todos los detalles para cualquier eventualidad que pueda pasar”.
A pesar de esas denuncias, Davila fue designado Comandante Departamental de la Policía en Cochabamba, aunque en el cargo duró cinco meses.