Toco, Cochabamba — La construcción de la planta procesadora e industrializadora de tallarín de maíz en el municipio de Toco fue objeto de críticas por parte del diputado del ala evista, Arce, quien denunció presuntas irregularidades en la ejecución del proyecto.
Sin embargo, el gerente del Fondo Nacional de Inversión Productiva y Social (FPS), Charly Mamani Silvestre, salió al paso y desmintió categóricamente las acusaciones, calificándolas de infundadas y motivadas políticamente.
Charly Mamani Silvestre afirma que el proyecto avanza con transparencia y cuestiona las declaraciones del diputado Arce, al que acusa de desinformar a la población.
“La información que ha brindado el diputado Arce carece de sustento técnico y busca únicamente confundir a la población con fines partidarios. El proyecto en Toco cumple con todos los procedimientos administrativos y técnicos establecidos por ley”, declaró Mamani.
El gerente del FPS explicó que la obra, destinada a impulsar la industrialización del maíz con valor agregado en la región, se encuentra en plena ejecución y cuenta con un riguroso control de calidad, supervisión técnica y participación social.
“Invitamos a los medios, a los vecinos y a los verdaderos representantes del pueblo a constatar el avance físico de la planta. No vamos a permitir que se use la mentira como herramienta política para desacreditar un proyecto que traerá desarrollo y empleo al municipio de Toco”, remarcó Mamani.
Asimismo, el funcionario lamentó que algunos sectores vinculados al evismo recurran a la desinformación y al sabotaje mediático como estrategia de desgaste contra iniciativas que buscan la reactivación económica del país.
Finalmente, reiteró el compromiso del FPS con la transparencia, el desarrollo regional y el cumplimiento de las metas trazadas por el Gobierno Nacional en el marco del proceso de industrialización con sustitución de importaciones.
En el municipio de Toco, se construye una planta procesadora e industrializadora de tallarín de maíz, con una inversión de 10.6 millones de bolivianos.
Esta planta tiene como objetivo diversificar la producción de alimentos a partir del maíz y ofrecer un producto nutritivo.
Se espera que beneficie a 26.200 familias y más de 131 mil habitantes. La planta tendrá una capacidad de producción de 2.920.000 piezas al año de producto terminado. Además de tallarín de maíz, se producirán ladrillos de alto tráfico y para peatones.