Luego de siete días, la denominada “Marcha para salvar Bolivia”, liderada por Evo Morales, ingresó la tarde de este lunes a la ciudad de La Paz por la autopista que conecta a El Alto con la sede de Gobierno.

Durante la mañana de este lunes, los seguidores de Morales recorrieron El Alto en medio de columnas de seguridad y el resguardo de las pasarelas, luego de la jornada de enfrentamientos, el pasado domingo, en la zona Ventilla.

El dirigente cocalero expresó en sus redes sociales que “Tupac Katari vuelve convertido en millones de voluntades para salvar a nuestra querida Bolivia".

“Una vez más, la conciencia de todo nuestro pueblo está despierta. Nuestra marcha es para decir basta de corrupción, de un gobierno de familias, de encubrimiento al narcotráfico, de destrucción de la economía del pueblo y de ataque a nuestras organizaciones sociales. Nuestra marcha es para defender al Estado Plurinacional, a nuestro modelo económico y a nuestro Instrumento Político”, publicó.

Los sectores afines al expresidente llegan la zona de la Cervecería, en inmediaciones de la Terminal de Buses, donde está prevista una concentración.

Entretanto, en el centro de La Paz, organizaciones afines al gobierno de Luis Arce, funcionarios y policías resguardan la plaza Murillo y los edificios públicos.

La Policía también vigila el Tribunal Supremo Electoral (TSE), ante la posible llegada de los marchistas.

Morales y sus seguidores exigen el reconocimiento del Congreso del MAS en Lauca Ñ, donde el expresidente fue elegido como jefe nacional del partido y candidato presidencial; además tienen demandas relacionadas a la falta de dólares, escasez de carburantes y el alza de precios de los productos de la canasta familiar.

La marcha partió el pasado martes de Caracollo, en Oruro, y en su primera jornada, se registraron enfrentamientos en Vila Vila. Después, Morales anunció que dejaría la movilización, pero sus dirigentes decidieron que se quede y llegue a La Paz.

El Gobierno denuncia que la intención de la movilización es gestar un “golpe de Estado”, debido a que dirigentes de los sectores “evistas” hablaron de guerra civil y el adelantamiento de las elecciones.